Respuesta inicial de actividades silviculturales para recuperar bosques degradados de ñirre (Nothofagus antartica (G. Forst.) Oerst.) en la Norpatagonia chilena
7 árbol presenta un eje de crecimiento erecto; (2) arbustivo achaparrado, de alturas promedio de aproximadamente 3,5 m y con varios ejes verticales, que en ocasiones pueden crecer completamente retorcidos, e incluso tendidos sobre el suelo y (3) caméfito, caracterizado por alcanzar alturas cercanas a los 0,3 m, con ramas superiores secas. El morfotipo arbóreo se asocia a ambientes óptimos, con amplitudes térmicas moderadas y suelos con suficiente humedad edáfica. El morfotipo arbustivo se relaciona a sitios más inhóspitos, con mayores amplitudes térmicas, suelos escasamente desarrollados, de escasa humedad edáfica, pedregosos, delgados y de topografía abrupta. En cambio, el morfotipo caméfito se encuentra en ambientes turbosos, con suelos anegados y alto contenido de materia orgánica. La capacidad de reproducción sexual de ñirre estaría fuertemente vinculada al mor- fotipo, siendo el arbóreo el que presenta más facilidades (mayor producción y viabilidad de semillas), mientras que la reproducción vegetativa jugaría un rol relevante en los morfotipos arbustivo-achaparrado y caméfito (Ramírez et al. 1985, Premoli 1991, Donoso et al. 2006). En general, se considera que ñirre presenta baja capacidad germinativa ( ≈ 20%) (Premoli 1991), siendo esto compensado por su vigorosa reproducción vegetativa (McQueen 1976). Así, ñirre es la especie más dependiente del mecanismo de reproducción vegetativa de los bosques de Nothofagus de Sudamérica (Veblen et al. 1996). Se ha observado que produce retoños desde sus raíces (McQueen 1976) y que genera raíces adventicias a partir de ramas que puedan estar parcialmente enterradas (Veblen et al. 1977). Esta capacidad le permite establecerse en sitios y condiciones en que otras especies no pueden prosperar. Bosques de ñirre Como parte de los bosques subantárticos de Chile y Argentina, los bosques de ñirre ocurren entre los 35 y 56° S, a lo largo de la cordillera de los Andes, desde la región del Maule hasta Magallanes (Veblen et al. 1996), en algunas zonas de la depresión central (suelos de ñadis de la región de Los Lagos), en parches altamente fragmentados en la cordillera de la Costa (Cauquenes, cordillera de Nahuelbuta y en zonas turbosas de la cordillera Pelada) y en gran parte de la isla grande de Tierra del Fuego (Figura 3). Estos bosques se encuentran distribuidos desde el nivel del mar hasta los 2.000 msnm, llegando a estar presente en el límite altitudinal arbóreo de la vegetación, con un hábito achaparrado (Pollmann y Hildebrand 2005). Debido entonces a su amplia distribución, los bosques de ñirre se presentan en variados climas: hacia el norte de su distribución, dentro del clima mediterráneo se ubica en peque- ñas ventanas de frío, principalmente asociadas a altitud; hacia el sur, dependiendo de su cercanía al mar, ñirre logra posicionarse tanto en clima oceánico templado-húmedo como en clima húmedo-frío; en su distribución más austral, conservando el mismo patrón de
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