Respuesta inicial de actividades silviculturales para recuperar bosques degradados de ñirre (Nothofagus antartica (G. Forst.) Oerst.) en la Norpatagonia chilena

12 mejor desempeño en supervivencia y crecimiento, que reforestaciones realizadas en terrenos de pastizales abandonados. Estos mismos autores animan a conducir otros estudios simila- res con plantaciones de especies del género Nothofagus en claros de dosel en otros bosques degradados, en los que además se pueda tener en cuenta la variación microambiental que producen claros de dosel de distintos tamaños. Los claros de dosel crean una heterogeneidad de micrositios al interior de los bosques (Can- ham y Marks 1995, Promis 2018). En suelos fértiles se ha indicado que la luz sería la variable ambiental que podría limitar el crecimiento de las plantas de regeneración, mientras que, en suelos de baja fertilidad, el crecimiento de las plantas de regeneración podría estar afectado mayormente por los recursos del suelo y la competencia de raíces (Coomes y Grubb 2000). Los bosques de ñirre generalmente ocupan sitios que edáficamente son menos favorables que en otras especies de Nothofagus deciduos, como la lenga (Veblen 1996, Peri et al. 2006). Bajo este contexto, se ha demostrado que el crecimiento de plantas de regeneración en bosques de Nothofagus siempreverdes en Nueva Zelandia con baja fertilidad de suelos, responden muy bien a la remoción de competencia de raíces y a la fertilización (Platt et al. 2004). Sin embargo, todavía queda por estudiar si en especies de Nothofagus deciduos, el aumento de la luminosidad en el interior del bosque, debido a la creación del claro de dosel, sería la variable que más influye en el establecimiento y crecimiento de las plantas de regeneración, o si también existirían influencias marcadas de la disponibilidad de recursos en el suelo, o una combinación de ellas. Por otro lado, la capacidad de producir rebrotes por parte de algunas especies se indica como un rasgo funcional especial en algunas plantas, el que permite extender el nicho de regenera- ción que la especie utiliza, pudiendo llegar a mantenerse en condiciones sub-óptimas, donde se pierden las oportunidades de que ocurra reclutamiento natural de plantas de regeneración provenientes de semillas. Por ejemplo, en algunas ocasiones las aberturas en el dosel arbóreo producen condiciones microambientales sub-óptimas, ya que son sectores que posiblemente pueden sufrir de mayor sequedad atmosférica (mayor radiación solar y evapotranspiración) o zonas con mayor probabilidad de ocurrencia de heladas, donde las plantas de regeneración natural no serán capaces de establecerse. Por lo tanto, aquellas plantas que además regeneran vegetativamente podrán utilizar ese nicho de regeneración, extendiendo el que es utilizado por las plantas que regeneran por semilla (Escandón et al. 2013). Por lo tanto, cuando cae uno o varios árboles, el claro de dosel quizás no sea ocupado por plantas de regeneración de semillas, sino que por rebrotes provenientes del o los árboles que se han caído. Las plantas que regeneran vegetativamente crecen más rápido que aquellas plantas de regeneración provenientes de la germinación de semillas, y pueden ocupar el claro de dosel que se ha producido (Bond y Migdley 2001). Entonces, en aquellos eco- sistemas degradados, tales como los bosques de ñirre, la capacidad que tiene esta especie para regenerar vegetativamente puede tener un gran impacto en el rejuvenecimiento de las formaciones senescentes.

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