Memorar al Porvenir. Foro de las Artes 2023

65 lentamente durante varios años: viajar a Palestina, a conocer ese lugar, de donde viene la mitad de toda mi familia. Creo que puedo hacerlo; además estoy trabajando sobre un acontecimiento escénico en torno a ello, y será difícil hacerlo sólo desde la distancia —aquí— de las narraciones familiares, políticas, afectivas, que encuentro generosamente en la conversación y el trabajo con aliados artísticos, políticos o a través de referencias documentales como libros o videos. Soy una persona de teatro y, en mi (de)formación profesional, aprendo por la experiencia de los cuerpos en reunión, en un mismo tiempo, en un mismo lugar. Quiero y debo ir a Palestina para continuar trabajando, saber cómo está siendo vivir allá hoy, qué les pasa a las personas que viven allá, qué me pasa a mí, estando allá, con la única mediación de mi piel y de mi lengua, atravesadas por la guerra. Allá, aquí. Es 2022, y aquí, en Chile, pocos podemos olvidar que dentro de poco se cumplirán, al mismo tiempo, 50 años del Golpe de Estado. ١٣ ― thalatha ‘ashar رشع ةثالث ― (13) Viajo. El viaje está descrito en imágenes visuales y en imágenes poéticas, en la materialización de la conferencia teatralizada “Palestina irreversible. Palestina in-existente…” Si antes del viaje me sentía particularmente distanciada de las nociones de identidad o de raíces, sí intuía que quería sostener algo que pudiera identificar con lo palestino en mí, con los otros. Ese deseo, durante y después del viaje a Palestina se haría irreversible. Como experiencia. Como experiencia afectiva, como experiencia política y también como experiencia y potencia estética. Como experiencia de memoria, de presente y de horizonte de lo porvenir. Como dijo Lina Meruane en su libro “Volverse Palestina”, me volví palestina, no solo por pertenencia a un grupo étnico determinado, sino como un devenir ontológico político. Derecho a la ira, derecho a la vida

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