Memorar al Porvenir. Foro de las Artes 2023

49 Artes y el Patrimonio y quiero…” pasa un camión cargado de varillas de fierro que frotan el pavimento, dos buses en sentido contrario “y la nominación de....” , escucho la voz dulce de la Ministra. Parece que fui nominado a algo. El semáforo pone la luz roja. Se detiene el tráfico. “Y quiero comunicarle que usted…”, dos niños saltan a mi costado gritando, jugando. Veo que camina a mi lado un gatito plomo con su pelaje muy deteriorado, apelmazado, con partes de su lomo sin pelos y arrastrando sus patitas. “Mi vida, muchas gracias por la nominación, ya el ser nominado, para mí es un gran honor, estoy muy…” Ya no escucho ningún ruido del tráfico ni de transeúntes. Se me aprieta la garganta, más bien se me inunda la garganta con su voz suave. Vuelve el ruido, autos, buses, motos, una camioneta toca insistente la bocina, el chofer saluda a un grupo de jóvenes que hacen skating a centímetros de mí. Aprieto los ojos. “Aló, aló”. Su voz se alza enojada “...¡entiendo todo, no me insulte porque soy del campo, porque no fui a la universidad!...” Sí, es Melisa, discutiendo con Amanda, allí está con su delantal de cintura blanco de mucama y su medallita al cuello. Así la vi en el Hospital San Borja Arriarán, en mis sesiones de quimioterapia, en mis vagabundeos de más de siete años por quirófanos, biopsias, urgencias y cariños, y la seguí viendo, querida Melisa cuando me trasladaban al Hospital El Carmen de Maipú. A todos los enfermos, y a las enfermeras que me cuidaban, usted les encantaba, Ministra. Apenas podían, se detenían un ratito frente a la TV para mirarla, escucharla y sufrir con usted, Melisa, Ministra. Yo con tantos remedios, transfusiones, sondas y sueros, la veía en sueños, Ministra. “Aló, Ministra, Ministra, sí, ahora la escucho bien”. “Sí, Alberto, le enviarán las indicaciones, el día y la hora que debe estar en la Moneda para recibir el Premio Nacional a las Artes Escénicas Presidente de la República, 2023, de manos del Presidente”. El autor escénico