Innovación para la sostenibilidad: custodia ambiental del Parque Carén

8 CUSTOD I A AMB I ENTAL DEL PARQUE CARÉN El Parque Carén se vincula a la Universidad de Chile en marzo de 1994, por gestiones realizadas por la Casa de Estudios con el Gobierno del Pdte. Patricio Aylwin que se materializaron en los últimos días de su mandato, mediante un traspasomediante el D.S. N° 350 en que se trans- fiere el dominio a la Universidad con el propósito de establecer un par- que científico y tecnológico y conservar un espacio público destinado a la recreación y esparcimiento de los vecinos, costumbre fuertemente arraigada en la población local. La Universidad de Chile tradicionalmente ha entendido los espacios físicosdentrodeunparadigmadecampusdondesedesarrollanalgunas de sus actividades sustantivas, docencia, investigación, extensión y últi- mamentevinculaciónconelmedio.Enesemarco,elParqueCarénfuevis- tohastahacemuypocotiempocomounpotencialespaciodedesarrollo de un campus, que en algunos proyectos consideraba trasladar toda la Universidadhastaestelugar,sumandoinfraestructurahabitacionalpara académicos, funcionarios y estudiantes. Otras miradas consideraron este espacio como el polo de desarrollo e innovación de la Universidad para el mundo y sólo en las últimas rectorías se ha perfilado un espacio multidimensional, dondeconvivan las tradicionescon las innovacionesy el cuidadodel ecosistemaenunamixturaquetieneporahoraconceptos y principios y algunos atisbos dematerialidad incipiente. El Parque Carén ha modificado su identidad desde una hacienda ganadera colonial a una fuente de recursos complementarios a las faenas mineras aledañas, lugar de residencia de sus trabajadores, pa- sando por un proceso de ReformaAgraria y luego un prácticamente to- tal abandono tanto en su capacidad productiva como protectora del ecosistema presente. Sin embargo, los vecinos, especialmente de la an- tigua comunidad de Barrancas y Pudahuel, han capturado emocional- mente la laguna y su alrededor como un espacio de esparcimiento, de reunión familiar, de pesca, de volantines y de celebraciones, especial- mente en períodos de primavera y verano. El desafío actual es resigni- ficar esa pertenencia con un uso adecuado de los espacios, respetan- do las condiciones del medio y compartiendo el cariño por el cuidado de la flora, fauna, funga y todo el valor de la naturaleza propia de esta gran extensión de terreno, donde las restricciones deben ser entendi- das como futuro beneficio para las siguientes generaciones.

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