Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes
56 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes locomoción, que el motor a vapor posibilitó, dio vida republicana al estrecho como zona de paso y desplazó no sólo la ruta sino que también toda la pericia navegante de los cap horniers . Pero este régimen penal combinó además la república, instituciones impor- tadas de la Francia decimonónica, con las migraciones europeas y la operación de enclosure del suelo, para un régimen ovejero: as se arma la legalidad del régimen constitutivo de las sociedades explotadoras cuya herencia es hoy La Anónima. Apropiaciones posibles bajo la figura de un estado nacional que es el dueño común de la tierra: un bien nacional. Pero ya sabemos que no es sólo de una pla- nitud representada de lo que hablamos: se trata de los r os y las aguas, las lengas y los guanacos, de las focas y cerros, las piedras, las nieves. En el mismo lado del mundo, pero en el envés de la operación de cierre, las misiones para encerrar a los indios: la Candelaria o Dawson. Generar tal vez un grupo humano para ser educado en el trabajo o el trabajo de ser educados, pero también un encierro que permita tener una población susceptible, asen- tada, con un número m nimo para producirles brotes epidémicos, con la can- tidad de encuentros regulares y suficientes para desencadenar la transmisión de la enfermedad y cumplir las cifras de la ecuación de Reed-Frost. Dejémonos de ambigüedades: los pueblos originarios fueron llevados al borde del exterminio por una operación biológica desplegada por el estado, las empresas y la iglesia. Una aniquilación de gobierno, mediante tecnolog as adiestradas por occidente durante siglos. 2. 500 años de aplanamiento intelectual Los resultados están a la mano. All donde se hablaba con 30 mil palabras, se gastaban horas interminables en ceremonias rituales, y una estética de óxidos de hierro, de conchas molidas pintaba la piel, para recortar contra el viento una des- nudez erguida, la antropocenización ha producido llanuras o sotobosque mor- disqueado por castores, explosiones a tajo abierto, caminos cruzados por turistas ansiosos de selfies, ex-uniformados portando nuevos uniformes. Las palabras que nombraban a las cosas también fueron extintas. El ecosis- tema de pensamientos quemado por un fuego recluido en calderas y motores de explosión. La oblicuidad de la errancia sustituida por la verticalidad de las antenas, chimeneas, torres, puestos de observación. Ya no se leen las nubes, el sonido de la ola, el habla de los caiquenes, el tem- blor de las lengas. A cambio de lo perdido, ductos y alambres, máquinas herrum-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=