Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

388 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes el desengaño que supone la degradación de la naturaleza humana en el punto más alejado del globo, el extremo meridional. Como tal es un viaje desmitificador desde la utop a a la distop a. Este as- pecto quizás merece alguna precisión teórica y metodológica al momento de analizar el libro. El término proviene de la expresión ouk-tópos que podr a tradu- cirse como “no hay lugar”. Ateniéndonos a la definición que nos entrega Ferrater Mora podr amos aproximarnos al concepto de una manera estructural: “UTOPÍA. En sentido literal “utópico” significa lo que no está en ‘ninguna par- te’. Pero como lo que no está en ninguna parte no se halla tampoco en ningún tiempo, la utop a es equivalente a la ucron a. Junto al citado significado gene- ral, el vocablo ‘utop a’ tiene un sentido más espec fico: se llama utop a a un ideal que se supone a la vez deseable e irrealizable. Este ideal suele referirse a una sociedad humana que se coloca en un futuro indeterminado y a la cual se dota mentalmente de toda suerte de perfecciones. Como tal sociedad funcio- na, por as decirlo, en el vac o, esto es, carece de resistencias reales, todos los problemas quedan en ella solucionados automáticamente” (Ferrater, 1975, p. 862) De esta manera, una supuesta pureza ética y moral propia de sitios no intoxi- cados por la indigencia moral de Occidente configuran la utop a puritana que se pretende alcanzar. De igual forma, es posible que opere en algún sentido el tópico literario del locus amoenus. Pero el trasfondo utópico del ideario religioso y calvinista de Hall no parece agotarse all . Quizás ampliando el concepto de Ferrater, podemos complementar con los planteamientos de Francisco Lisi (2006) quien precisa tres interpretaciones dife- rentes del término: 1) la utop a puede ser un proyecto que tiene aplicaciones pol - ticas y sociales. 2) la utop a como sinónimo de algo intr nsecamente irrealizable. 3) la utop a como un modelo a seguir en tanto proyecto de idealización. (p.2). A estas consideraciones podr amos agregar la definición de Lewis Mumford (2015) quien dice que utop a ser an “los esfuerzos racionales por reinventar el entorno del hombre y sus instituciones e incluso su propia naturaleza imperfecta, con el fin de enriquecer las posibilidades de su vida en comunidad” (.p-9) Estos últimos aspectos no son ajenos a la obra halliana, ya que la utop a que se degrada tiene v nculos muy hondos con el sistema pol tica y administrativo. De esta manera, esta noción propia de la filosof a y que se proyecta pode- rosamente en los ámbitos de las ciencias pol ticas y la sociolog a ha dado a luz una importante tradición en torno a sociedades que proponen visiones premo-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=