Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

280 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes vido con los ind genas por cierto tiempo notaron en estos últimos cantos “cierta poes a” (Cañas Pinochet, 1911: 393) y se destacaron los contextos en que estas canciones se entonaban –generalmente por la noche– y sus diferentes propósitos o funciones: “cantos para vengar una muerte violenta, cantos por la muerte de algún pariente, etc.” (Dabbene, 2009: 181), “cuando un indio está enfermo” (Ca- ñas Pinochet, 1911: 362), “para hacer dormir las criaturas y ellos mismos, cuando despiertan por la noche” o a modo de canciones personales “que los otros nunca imitan de un modo exacto y es costumbre de ellos mencionar con el nombre del autor tal o cual canto, al que llaman el canto de fulano, de zutano, etc.” (Segers, 1891: 76). De este modo el estereotipo se afirma en la sistematicidad con que se enunciaron las descripciones, pero su efecto se licúa parcialmente, en cambio, en las explicaciones que las expanden. Por último, entendemos que el relieve otorgado al lenguaje articulado como recurso comunicativo nuclear condujo en estas fuentes a relegar el valor de otras estrategias semióticas utilizadas por los distintos pueblos. En varios casos se pre- sentaron o describieron los sentidos de recursos no verbales como los diversos colores y patrones de diseño de la pintura facial y corporal, y ciertas pistas prag- máticas exhibidas en la intensidad del lenguaje visual y gestual, en la imitación y en los códigos de cortes a (Spegazzini, 1882b: 167; Becerra, 1898: 1749; Gallardo, 1910: 351-361; Cañas Pinochet, 1911: 363; entre otros). El hecho de ubicar discur- sivamente esas apreciaciones en segmentos distintos de aquellos en los que se explicaban elementos, sentidos y procedimientos en las lenguas denota e iconiza su marginalidad respecto de ese campo. 3.4. Los efectos del cambio lingüístico: corrupción, contamina- ción, desaparición La percepción de la dinámica de las situaciones de contacto se leyó frecuente- mente en estas fuentes como la pérdida de una supuesta pureza reconocible en el pasado de los idiomas. Claramente esto era una falacia, ya que las dinámicas de contacto vigentes desde antes de la ocupación estatal permit an prever que la difusión de transferencias lingü sticas no necesariamente conduc a al dete- rioro. La siguiente cita de Gallardo llama la atención sobre un proceso que el mismo autor considera a continuación de “modificación del idioma”, el que, por otra parte, afirma que “se nota en todos los pueblos, sean estos salvajes o civilizados”. Aun cuando naturaliza la situación que describe, insinúa que se trató de un cambio acelerado y en el que les cab a responsabilidad a los agentes coloniales.

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