Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

Ideologías lingüísticas en el marco de las misiones científicas en Fuegopatagonia – 277 mente, en el caso del selk’nam, como “muy gutural y muy dif cil de pronunciar” (Becerra, 1898: 1749), “extremadamente ruda y gutural” (Gerlache, 1902: 97), “horriblemente gutural” y de “palabras… duras” (Arctowski, 1902: 31), “galima- t as incomprensible” (Andersson, en Nordenskjöld, 1903: 117); 10 y el alakaluf (kawésqar) como “extremadamente gutural” (Cañas Pinochet,1911: 393) o “una mezcla de sonidos inarticulados, roncos y guturales” (Skottsberg, 1911: 102); a diferencia del yagán generalmente catalogado como “de suave pronunciación” (Martial, 2005: 240) o “suave al hablar” (Dabbene, 2009: 78). Por otro lado, observaciones acerca de la acentuación, el tono de voz, el tempo y la distribución de las pausas en enunciados y discursos contribuyeron a consolidar la extrañeza en plano fonético, percibido en el contexto de anotación, y, subsidiariamente, a gestar una imagen de pasividad y monoton a de expresión de los interlocutores ind genas, luego solidificada al describirse otros códigos no verbales. 11 En la acentuación de la lengua Iakan no he podido determinar nada de fijo y constante, tanto más que se nota muy poco en el discurso; aquella gente habla, en comparación con nosotros, despacio, haciendo repercutir las consonantes, marcando vivamente las aspiraciones y las guturales, y separando las palabras por una pausa, más o menos larga, que concluye con una emisión rápida y sil- bante de aliento, como de una persona que lo emite todo de a golpe, después de haberlo retenido durante un esfuerzo; a nuestros o dos parece que hablen a pulsaciones o por sacudidas, como cansados o haciendo un gran esfuerzo. (Spe- gazzini, 1884: 135). [Los onas] Hablan una lengua mucho más simple, mucho más áspera que la de los Iajan, y desde el primer instante, llama la atención del viajero, la voz tan baja y fuerte que tienen ambos sexos, y por el acento gutural, intercalado frecuente- mente por consonantes todas especiales y poco armónicas. (Spegazzini, 1882 b: 173). 10 Véase, no obstante, la matización que plantea Holmberg: “aunque al oirle parece su idioma áspero en el primer momento, el conocimiento de los vocablos revela su dulzura” (1906: 52-53). 11 En varias de las fuentes, el silencio y el ensimismamiento en espacios comunicativos en los que estaba presente un extranjero frecuentemente fueron interpretados como recelo o esquivez (Simpson y Chaigneau, 1880), impasibilidad o fingido desinterés (Gallardo, 1910: 141). También falló la asignación de sentido como ritualización del reencuentro en la descripción que Spega- zzini provee de prácticas sociales observadas en una situación de regreso de viaje de un padre de familia yagán (Spegazzini, 1882b: 167).

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