Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes
¿Cómo creer en el Hain? Sociedad secreta y Estado fantasma – 249 pen (¿la Luna?) realmente exist a en el inframundo y que era capaz de perpetrar una masacre semejante. 13 Y esas comillas puestas en su “saber” es justamente una definición de lo que significa creer: uno cree justamente porque sabe que aquello en lo que cree no es lo que parece. Por ejemplo los niños no creen en el Viejo Pascuero (o Papá Noel), as como los niños selk’nam seguramente no cre an en los Shoort, ellos saben de su existencia, más allá de un supuesto estadio mágico del pensamiento infantil, porque conf an en sus padres quienes hacemos denodados esfuerzos por mantenerlos engañados. De ah que sean los adultos los que crean en el Vie- jo Pascuero, en la medida en que saben que no existe. Y esto que digo del Viejo Pascuero bien puede aplicarse a Jesucristo como a Xalpen o a los Shoort (sólo un delirante puede asegurar haber visto y saber a ciencia cierta de la existencia del Viejo Pascuero o de Dios). 14 En este sentido es que podemos decir que las mujeres no cre an más o menos en los Shoort de lo que los hombres cre an en la condición venerable de sus máscaras. La fuerza mágica de ambas reside justamente en que al mismo tiempo que creen, ellas saben que sólo se trata de hombres y ellos que sólo se trata de objetos manufacturados. De hecho, si como nota Chapman, “los hombres estaban convencidos de que estaban engañando a las mujeres, mientras que ellas sab an que ten an que fingir ser engañadas” se sostiene su idea de que en última instancia “el ‘secreto’ pertenec a entonces a las mujeres”, 15 lo que coloca a los hombres respecto de las mujeres en una posición análoga a la de las máscaras respecto de los hombres: en la condición de sopor- tes de sus respectivas creencias. Esta disociación entre lo que se sabe conscientemente y lo que también cons- cientemente se cree puede correlacionarse con la disociación ya señalada entre el objeto o la persona y su imagen. Por la creencia, el saber objetivo en torno a la realidad de ese objeto o de esa persona es sometido a la irreductible potencia de su pura imagen, al misterio que emana de su sustracción respecto del concepto que lo volv a objeto de un saber y que de esta forma lo dotaba del aura de la cosa extraordinaria (es decir extra da del trato práctico y cotidiano), desde sus formas 13 Champan, op. cit., p.165. 14 Me baso aquí en el concepto de creencia que en su artículo “Ya lo sé… pero aún así…” Octave Manoni elaboró a partir del concepto freudiano del fetiche y la verleugnung (la desmentida), y en el que en lugar de ejemplificar con el Viejo Pascuero, lo hace con la ceremonia de los katchina , rito de iniciación hopi en muchos aspectos análogo al rito de iniciación del klóketen . Manoni, O. (2006). La otra escena . Buenos Aires: Amorrortu. 15 Chapman, op. cit. p. 164.
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