Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes
¿Cómo creer en el Hain? Sociedad secreta y Estado fantasma – 247 nombrar a la culebra en los set de televisión… Se puede entender la veneración de la máscara como el tipo de actitud que todos conocemos asociada a ciertos objetos que, separados de los códigos que determinan el uso de los objetos cotidianos, adquieren un aura especial. El aura del cuadro en el museo, de la reliquia en la capilla o de la botella de la que bebió Bill Clinton en el bar santiaguino que lleva su nombre. Se trata de la potencia a la que accede un objeto al devenir una cosa, o en otras palabras, al escapar a los circuitos profanos de circulación y valoración determinada por su funcionalidad meramente práctica, lo que de paso lo transforma en su propia imagen. Y este tratamiento de la máscara como su pura imagen está en continuidad con la creencia en la brujer a y los esp ritus que le opone Bridges, en la medida en que por un lado el esp ritu o el fantasma es justamente el efecto de un desprendimiento de la imagen de la persona, si como dice Bleting, el cadáver es la persona deveni- da imagen (a la manera del objeto arruinado), 8 el fantasma es esa imagen, dotada eso s , de la escalofriante capacidad de movimiento. Recordemos por lo demás esa famosa escena en que los Bridges someten a sus vecinos selk’nam a un espectácu- lo de linterna mágica, y la dificultad que tienen en tranquilizar a los espectadores explicándoles que el Barba Azul proyectado es sólo una imagen, en la medida en que la palabra selk’nam para imagen o sombra es la misma que para fantasma. 9 Se entiende as también el que las prescripciones en torno a las condiciones de visibili- dad de los esp ritus del Hain, que de cerca exig an volver la vista y sólo semostraban de lejos, no sólo debe haber respondido a la necesidad de esconder los indicadores de artificialidad de sus disfraces y pinturas, sino que también a la necesidad de do- tarlos de la fantasmagórica bidemensionalidad de las imágenes (fantasmagórica bi- dimensionalidad a la que su perpetuación fotográfica en cierta forma hace honor). Y por otro lado está en continuidad con la misma brujer a, pues las opera- ciones mágicas consisten justamente en trabajar con imágenes de operaciones sólo aparentemente mecánicas, entendiendo por mecánicas el que sean expli- cables por la concatenación visible de gestos operativos que explican su efica- cia. Se entiende as también el carácter espectacular de los ritos y pruebas cha- mánicas, descritas por el mismo Bridges como alucinantes demostraciones de prestidigitación, 10 es decir de ese arte que consiste en ocultar las causas de los efectos exhibidos. Y esta oposición entre habilidades técnicas y habilidades mágicas ya estar a presente, por ejemplo en la interpretación de Chapman del mito de origen del 8 Belting, Hans (2010). Antropología de la Imagen . Katz, Buenos Aires, p. 178. 9 Bridges, op. cit., p. 281. 10 Brdiges, op. cit. p. 258.
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