Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes
xxvi – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes Y es la violencia de esta lógica clasificatoria la que He’many Molina denuncia en su afirmación de la sobrevivencia selk’nam más allá del tropo etnográfico de su extinción, tropo basado en un olvido: el olvido de “mencionar a los que en aquella época se encontraban trabajando como sirvientes con las familias de la zona, o a los que fueron sacados del territorio” o a todos aquellos que las má- quinas de registro etno-identitario de la época dejaron fuera. Y explica cómo a la violencia material de las desposesiones y las persecuciones concretas vividas por su pueblo, se le suma as la violencia del archivo que lo invisibilizó, violencia paradójicamente consagrada por el reciente reconocimiento legal de su geno- cidio: “Esta Moción fue semejante a un terremoto bajo nuestros pies, pues sa- ber que se reconoce legalmente el genocidio es una muy buena noticia, pero sin embargo, esta misma ley establece desde su esp ritu y redacción, que tanto los Selk’nam como los Aonikenk estamos extintos. Seguimos viviendo en medio del genocidio. Estamos, somos, pero no nos ven ni reconocen.” (Molina). Paradoja del genocidio que nos recuerda aquella que François Lyotard reconoc a en el argumento negacionista según el cual el genocidio jud o no habr a existido pues aun segu an existiendo jud os, aunque en este caso el argumento funcionar a al revés, al implicar la negación de la existencia actual de un pueblo, en este caso el selk’nam, por reconocimiento de su genocidio. Paradoja que en cierta forma expone la lógica que subyace a la ya señalada paradoja patrimonial, puesto que la elevación de ese intento de exterminio al rango oficialmente sancionado de un genocidio cabal, si bien reconoce la vigencia de esa violencia histórica, va en des- medro de la vigencia del violentado, lo que nos obliga a preguntarnos por el be- neficiario de ese reconocimiento: si el genocidado no existe, el reconocimiento del genocidio redituará como patrimonio moral de aquella comunidad humana, nacional o internacional que decide recogerse ante el vac o monumentalizado de ese pueblo oficialmente ausente. El texto de He’many Molina no es sólo afirmación de una sobrevivencia selk’nam más allá de las máquinas clasificatorias etnológicas, sino que también más allá de las demandas y proyecciones nacionales y globales de cierta imagen de la “selk’nanimidad” históricamente definida por la serie que articula primiti- vidad, pureza y extinción, lo que termina condenándola al rango de una abstrac- ción más o menos espiritual y más o menos ahistórica, por no decir al rango de lo emp ricamente imposible. En este mismo sentido, varios de los textos aqu publicados, tratan justa- mente de cómo, desde su ingreso a las narrativas de la globalización, tanto el espacio magallánico como sus habitantes han sido objeto de distintas formas de proyección imaginaria. En el cap tulo escrito por Legoupil, Lira y Christensen
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