Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

228 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes La cámara, entendida como una escena de apoyo mutuo entre sexos, la ha- llamos en toda Fuegopatagonia. Son los trawün mapuche y las asambleas fuego- patagónicas que veremos en la última sección de este trabajo. Más generalmente, la forma de cámara o manga colectiva la reconocemos en las emboscadas coope- rativas de guanaco (Bascopé, 2018: 30-44; Garc a Oteiza, 2020: 724-727), en los arreos acuáticos de mujeres asistidas por perros (Byron, 1768: 134), en las em- boscadas aéreas de cormoranes, en los corrales de pesca (Vázquez & Zangrando, 2017) y en distintas actividades lúdicas. Una variante automática de cámara son las trampas de lazos para aves. Mayúsculo desenfreno Existe una cámara idéntica a la del hain y kina , conocida como loima en el pa s yagán y como pecheré en la frontera aush-ona. En estas cámaras sesionan asam- bleas de arte curanderil. Las sesiones son públicas (no secretas) y participan mu- jeres. En esta cámara se halla, por lo demás, la matriz de las actividades pictóricas, musicales y performáticas que emplean también las logias masculinas. Existen diferencias entre loima y pecheré. Loima es la academia de yekamush yagán que inicia al arte colectivo de pinturas, cantos y bailes. Pecheré, en cambio, si bien incluye arte curanderil parece más bien un jolgorio cuyo cl max es el lan- zamiento mutuo de cachivaches o cachureos. Mientras en la academia yagán se mantiene cierta solemnidad entre doc- tores y becarios o aprendices, pecheré es un divertimento –que no hallamos en loima– con el que concluye la asamblea doctoral ona. Desde una perspec- tiva cristiano-frenológica, pecheré parece un “mayúsculo desenfreno, donde se libera la alegr a, la satisfacción y la conformidad” (Gusinde, 1990, T. 1, V. 2: 774). Pero en los hechos, pecheré consiste en tirarse cachureos por la cabeza al grito de ¡pecheré! (o la forma alargada ¡petséree!). El lanzamiento mutuo y generalizado de objetos descargados de cualquier utilidad (arcos, flechas, carcaj, adornos para la frente, sandalias, canastillas, bol- sas de cuero, adornos y bolsos de tripa con pintura, abrigos de piel y cueros sin trabajar, cuchillos y piedras de afilar, y por último también grandes pedazos de carne) distingue a la fiesta del pecheré . Un participante sostiene un objeto con ambas manos, alza los brazos de modo que su rostro se oculta parcialmente, va o corre hacia otro y le lanza el ca- chureo a la cabeza, al grito de ¡pecheré! Durante todo el d a se escucha continua-

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