Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

140 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes Este tipo de canoas no puede ser comparado con las descritas anteriormente, pues su aparición es excepcional y los registros acerca de su construcción y ori- gen permanecen desconocidos. Sin embargo, ofrecen un cúmulo de preguntas en torno a los problemas tecnológicos enfrentados y las soluciones encontradas. Suponemos que el tipo de utillaje empleado en este caso era similar al utilizado para la construcción de canoas de corteza, pero cualquier afirmación al respecto es especulativa (Figura 10). Kajef: La canoa de tronco La navegación ind gena en Patagonia austral mejor documentada corresponde al empleo de canoas monóxilas construidas a partir de un tronco excavado. Las descripciones de este tipo de embarcaciones provienen de etnógrafos y viajeros ocasionales y al aporte de expedicionarios que dejaron abundantes registros f l- micos y fotográficos de su empleo a partir de la década de 1930. El primer avistamiento que hemos registrado data del 25 de Julio de 1876, cuando W. Stirling las observa en las costas de Isla Steward y atribuye su pre- sencia a una avanzada de comunidades “Alacalufe” hacia el área sur (Gusinde, 1991a), aunque es posible que su empleo en el área del Estrecho de Magallanes sea anterior en varias décadas. En la zona archipielágica meridional, las fuentes coinciden en indicar que la primera canoa monóxila fue construida por John Furniss, un huérfano Yagán internado en la Misión Anglicana en el año 1880 en la costa noroccidental de isla Navarino (Bridges, 1999; SAMS, 1881) (Figura 11). Las medidas de las canoas monóxilas de los museos registradas durante la elaboración de este trabajo y las descritas por diversos observadores y etnógrafos permite establecer que su eslora variaba entre 3,65 a 9 m (Gusinde, 1991a; Empe- raire, 2014; Carabias, 2018). Las longitudes de ancho y fondo no son concluyen- tes dado que solo se registraron en algunas ocasiones, pero estas se sitúan entre 0,28 y 1 m de manga y 0,24 y 0,96 m de puntal. Proceso de manufactura Tras seguir la descripción ofrecida por Joseph Emperaire (2014), quien sostuvo largas campañas etnográficas junto a la Comunidad Kawésqar de Puerto Edén entre 1945 y 1948, y a partir de los testimonios de Gabriela Paterito Caak (comu- nicación personal, 2019), podemos deducir algunas consideraciones generales. Cabe señalar que ambas descripciones son de época reciente, cuando el uso del metal estaba incorporado en sus procesos tecnológicos. Para la elección de la pieza, los constructores permanentemente observaban potenciales troncos a emplear en los bosques que recorr an en búsqueda de ma-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=