Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

126 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes de lobo marino desde las ramas de la copa. La incisión era practicada mediante un cuchillo de concha de choro ( Choromytilus chorus o Mytilus chilensis) aguzado por fricción contra una roca suficientemente áspera, o bien mediante el empleo de una cuña de hueso de ballena la cual era martillada con un percutor de piedra. Las alu- siones al empleo de cuchillos de piedra son excepcionales y su empleo parece haber sido ocasional, sin que existan descripciones detalladas al respecto (Despard, 1863). En el caso de las canoas del norte, la descripción de Vargas y Ponce resulta ilustrativa: Es admirable la industria con que pelan estos árboles, no teniendo para este efec- to más instrumento que un pedernal algo puntiagudo y trabajado con que hacen unas cortaduras o incisiones circulares en los dos extremos del tronco, y después una de alto a bajo que las une; y a fuerza de paciencia y maña van sacando en una pieza la cáscara de todo el tronco… (1788: 59-60). Después se practicaba un corte en el per metro superior del árbol, para luego realizar uno cerca de la base del tronco a una distancia cercana a los 50 cm del suelo. Esta técnica se contrapone a la que describe Gabriela Paterito (Comuni- dad Kawésqar de Puerto Edén) quien nos indicó que el primer corte es el basal sobre el suelo, luego el superior y finalmente longitudinal. La razón de ello es determinar la utilidad de la corteza en un coihue potencialmente muerto (co- municación personal, 2019). Para la extracción de la corteza, las descripciones habituales indican que se introduc a una cuña de hueso o madera en el cambium . En el área sur, estas se insertaban progresivamente en el espacio generado, usaban el peso de sus propios cuerpos para la separación de la pieza elegida. Según la experimentación desarro- llada por Vairo (2007) el método es dudoso pues tiende a la fractura de la pieza. La corteza era probablemente amarrada al tronco para evitar su ca da y con ello su fractura. Una vez retirada del árbol era llevada a un curso de agua dulce para sumergirla por un periodo de uno a tres d as. Tras ello, la corteza deb a ser re- bajada en su superficie interna y especialmente en la externa, para esto se alternaba la aplicación de agua y calor para moldear la forma (Despard, 1863; Vairo, 2007). En el caso de la canoa del norte y en el área central del Estrecho de Maga- llanes, el método de descortezado podr a haber sido con el tronco derribado en el suelo. La tala del árbol se habr a practicado con el empleo de fuego en su base y con el uso alternado de herramientas de desbaste confeccionadas en conchas. La descripción de Vargas y Ponce (1788) no indica el uso de agua dulce para el tratamiento de la corteza sino el empleo de piedras para su modelamiento.

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