Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes

112 – magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes gallanes, Pedro Muñoz, presentó una moción que fue discutida en las comisio- nes de cultura del Senado y de la Cámara de Diputados. En la cámara alta el tema se debatió y se hizo referencia al informe de la Comisión de verdad histórica y nuevo trato con los pueblos ind genas, que definió como genocida la ocupa- ción de Patagonia Austral y Tierra del Fuego, sin embargo los señores Andrés Chadwick y Mariano Ruiz-Esquide plantearon reemplazar el término genocidio por extinción, dadas las consecuencias que se pudieran generar para el estado al hablar de genocidio; este planteamiento fue respaldado por el entonces senador Carlos Cantero. Esto llevó a que se aprobara por unanimidad reconocer “la ex- tinción de las etnias”. Por otra parte, una vez pasado el proyecto a la Comisión de educación de la Cámara de Diputados, se resolvió utilizar el concepto de ge- nocidio. En discusión plenaria, los diputados Giovanni Calderón, de la Unión Demócrata Independiente, UDI, y Jorge Sabag del Partido Demócrata Cristiano, PDC, se opusieron al reconocimiento del genocidio, “pues el delito de lesa huma- nidad no prescribe y puede derivar en indemnizaciones” a las v ctimas. El interés presupuestario por sobre la verdad histórica. Desde entonces el proyecto de ley permaneció sin urgencia, hasta marzo de este año (2019), cuando por iniciativa de la senadora Carolina Goic, se aprueba una moción que establece el genocidio de los pueblos Kawésqar, Yagán, Selk’nam y Aonikenk, y que se levantará un memorial en la comuna de Porvenir, en Tierra del Fuego, como recordatorio de que nunca más debe suceder en nuestra historia un hecho como el ocurrido con nuestro pueblo 5 . Esta Moción fue semejante a un terremoto bajo nuestros pies, pues saber que se reconoce legalmente el genocidio es una muy buena noticia, pero sin embargo, esta misma ley establece desde su esp ritu y redacción, que tanto los Selk’nam como los Aonikenk estamos extintos. Seguimos viviendo en medio del genoci- dio. Estamos, somos, pero no nos ven ni reconocen. Desde el momento en que se dio a conocer esta noticia, reaccionamos como comunidad y nos enfrentamos a grandes decisiones. Callar significaba avalar nuestra extinción legal. Levantar la voz era enfrentarse con todos los miedos heredados, luchar no solo con la historia, sino también con el estigma y la ofi- cialidad. La gran pregunta en ese momento fue: ¿estamos preparados, sicológi- camente, emocionalmente, espiritualmente, académicamente y, por sobre todo, legalmente para hacerlo? No hubo mucho tiempo para analizar nuestras posibilidades y simplemente reaccionamos. En menos de una semana hicimos una declaración pública en la 5 Moción, Boletín N° 11.017-17.

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