Magallanes 1520-2020: historias, pueblos, imágenes
Relatos desde las aguas – 93 y en el Parque Cultural de Valpara so el año 2017. Amereida es una obra en acto, una experiencia de viajes y traves as que reúne acciones poéticas desde la insistencia de ser en el espacio en el hecho de habitar- lo. Por esa vida de Amereida se cuelan incesantes las instalaciones y sus escrituras. All se reúnen las voces amplias y directas de artistas, poetas, escritores y arqui- tectos que el año 1965 deciden invertir el sur, desde la Isla Grande de Tierra del Fuego hasta la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. La matriz de Amerei- da surgió en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valpara so. Uno de sus protagonistas recuerda: lo que me entregó el hecho de haber sido parte de la Amereida, fue sobre todo un cambio enorme no de mis pensamientos, sino una transformación que per- turbó completamente mi existencia; ya que fue en la Patagonia donde perd el sentido de la orientación. (Correa & Jolly, 2018, p. 56). Viernes, octubre 18 Mi vuelo hacia Punta Arenas es el 285. Las nubes corren abajo como un manto de nieve con toda su insistencia blanca. Frente a m , una cortina de nubes amena- zantes es como un aliento, profundo, declarante de un aqu estoy, que no queden dudas. Como una ráfaga, el aliento de nubes sigue su camino, y yo sigo mirando los trozos de nubes que llegan. Abajo el desierto blanco, y mi cabeza, mi cabeza atenta y alerta con rumbo al sur sur, nuevamente, nuevamente para comenzar y abrazar los sueños queridos. Siempre es magn fico retornar a este paisaje donde la inmensidad se abre con todo su desbordamiento, sus planicies terracotas, sus pastizales duros, sus verdes rojizos. Las aguas del estrecho la recorren. ¿Quedarán cosas bajo las aguas de su navegación, los naufragios? Las nubes viajeras llevan mis pensamientos al paso de la historia. El avión penetra en las nubes, las alas del fuselaje vibran, los motores suenan, nada veo, todo blanco, las planicies aparecen, los o dos estallan. El avión se mueve. Las nubes reflejan sus sombras sobre las planicies amarillas, el estrecho aparece en toda su arquitectura de aguas de pequeñas corrientes movi- das por el viento austral. El avión se mueve, el viento austral corta el agua, las palabras tocan su su- perficie, destellos de remolinos, pequeñas olas. ¿Patagonia, aún en la inmensidad incesante, silencio y presencia, tiempo y espacio de la historia? Viajo. No estoy cierta de lo que hay ni de lo que voy a encontrar… Tal vez, ah , o más allá, pueda entender con más claridad. Mirar la lejan a de las aguas y su vida de arquitecturas o volúmenes y los canoeros en los papeles de la historia.
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