El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

96 El tejido de la memoria El paso por los estadios Gabriel Fierro Cereño El miércoles 12 por la tarde llegamos al Estadio Chile, nos hicieron bajar del bus y formar una fila en el pasaje por donde se accedía desde la calle Unión Latinoamericana, todos con las manos en lanuca. Entramos y nos sentaron en las graderías del primer piso frente a la cancha. Allí, nos mezclamos con gente que venía de otros lugares. A mi derecha estaba Marcelo y a mi izquierda unestudiante de la Universidad Técnica del Estado. Él me contó que Víctor Jara venía con ellos, pero nunca lo vimos en las graderías. Siguieron tra- yendo gente, la gran mayoría jóvenes, hasta que se llenaron las gra- derías y la cancha. En este lugar divisé a mi primo Raúl, que estaba todavía en el colegio. Un oficial de bigote grueso, que parecía ser el jefe, se paseaba por los pasillos y gritaba arengas como: “Vamos a traer a Altamira- no y lo vamos a colgar en este arco”. A un grupo de extranjerosque tenían tirados en el piso los llamaba: “La cloaca latinoamericana”. En las galerías de la parte más alta había grupos de militares con ametralladoras de alto calibreapuntándonos todo el tiempo. Estuvimos allí hasta el sábado en la madrugada. Podíamos ir a los baños, siempre con soldados conscriptos apuntándonos. El viernes a mediodía, o un poco antes, nos dieron un plato de comida. Una noche, un detenido que estaba en el segundo nivel quiso suicidarse lanzándose al vacío. Cayósobre asientos desocupados del primer piso y, aparentemente, solo se quebró algunos huesos.

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