El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

290 El tejido de la memoria Postulo esto para conversar, reconocer y aprender. Postulo que aquel enfrentamiento con el Rector de la épo- ca hubiera significado la expulsión de varios de nosotros, “la Mano Negra” al menos, de no ser por la intermediación del decano Anguita. No he olvidado su sonrisa orgullosa durante la reprimenda del Rector a esos sesenta académicos “rebeldes”, en el vetusto Salón Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile. Diría que su sonrisa y orgullo se incrementó, en la conversación del Rector con los integrantes de la “Mano Negra” después, en su despacho. Así se refirió ese Rector al grupo organizador de aquella iniciativa en que bregábamos por la reincorporación a la Universidad del Profesor Luis Izquierdo, académico de la Facultad de Ciencias. No solo defen- díamos a los nuestros. También a académicos de facultades menos poderosas que la nuestra. Ninguno de los rebeldes fue exonerado. Y yo sospecho que mi prontuario fue depurado como resultado de ese evento. Postulo también que la dictadura no pudo nunca reinar en la Facultad debido, en buena medida, a la inteligencia, pragmatismo y sagacidad del decano Anguita. Pudo mantenerse como decano por ocho años, a pesar de la presión externa e interna, especialmente, de parte de los alumnos que más apoyaron las directrices represivas de la dictadura. Postulo que era hábil políticamente y tenía gran capital social personal, dentro y fuera de la Facultad. Que operaba de mane- ra silenciosa, prudente y tras bambalinas. Expando mis agradecimientos –por su ejemplo– y el home- naje –por su coraje– a un alto oficial de ejército, que dejó de serlo por haberse atrevido a desafiar el modelo económico que imponían los economistas dictatoriales. No me cabe duda de que muchos más uniformados perdieron sus trabajos por la misma razón. (Tengo al- guna evidencia de que ello ocurrió con un General, que objetó el sistema de tributación a las empresas mineras extranjeras). Sabemos también que muchos uniformados perdieron su condición de tales,