El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

277 50 años del golpe de Estado en Chile Luego, como de costumbre, alguno acota el lapidario comen- tario: Yo creo que se lo echaron los milicos. Ahora, hay un silencio nada casual. Algunos comienzan a mirar con extraña fijeza su respectivo pisco sour, como tratando de rescatar de allí las memorias de aquellos tiempos y reconstituir las escenas de universidad en que Turides era uno de los nuestros. Otros rellenan su copa como si en su fondo vacío quisieran ahogar la in- quietud creada por la pregunta. Sí, a Turides, efectivamente, nunca lo volvimos a ver después del golpe. Aunque, hay que reconocer, tampoco era muy visible antes del golpe. Aparecía muy de cuando en cuando para algunas clases, aunque principalmente para los controles, y no se sabía muy claro de dónde salía, ni para dónde volvía. Él era como 6 o 7 años mayor que nosotros, y se notaba que sabía de la vida, de la vida dura, quizás de las poblaciones o de la lucha callejera, no como nosotros, “corderitos aburguesados”, como nos llamaba él burlándose del débil compromi- so revolucionario de algunos. Las cosas en el 73 se estaban poniendo álgidas y él desaparecía algunas semanas, aparecía otras, y volvía a veces con algunas contusiones, aunque se reservaba de hablar sobre el tema. Turides, si bien participaba en alguna de las fechorías estu- diantiles del grupo, siempre guardaba alguna distancia, pero por al- gún motivo insospechado, se acercó más a mí y nos hicimos amigos, quizás le pareció que yo era uno más como él, que también aparecía como de debajo de las piedras. Conversábamos de ciencia, de filoso- fía, pero sobre todo de política: aquí hay mucha injusticia, decía, hay mucho que cambiar y necesitamos mucho de tu aporte, compañero, me decía con ojos brillantes por la emoción. Me invitó a reuniones con sus amigos, en casas humildes situadas en calles lejanas y pe- dregosas, compartí allí con sus camaradas “del partido”, quienes me recibieron acogedores, allí conocí a su compañera, una morena de