El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile
259 50 años del golpe de Estado en Chile Evidentemente, no escucharon los gritos de sus madres que corrían hacia ellos y solo las vieron cuando ya estaban a su lado, abrazándolos y tomándolos de las manos; en los rostros de ellas se reflejaba angustia, nerviosismo y temor. Las madres les tomaron las manos, pero los niños no se que- rían ir y se resistían tratando de soltarse, ellos solo querían colum- piarse, para eso ya habían esperado casi media mañana. La fuerza de las madres terminó venciendo, estas los sujeta- ron fuerte y fue imposible librarse. Primero, los arrastraron con tanta fuerza que se vieron obli- gados a ponerse de pie gritando a todo pulmón. "No me quiero ir a la casa", chillaban unos, "me quiero co- lumpiar", gritaban otros, "hoy no hay clases", protestaban todos. Se veía que sus madres ya no escuchaban, solo los asían hacia sí para seguir corriendo con gesto desesperado hacia sus casas y así se fue- ron perdiendo lejos de la plaza, cada uno a su pasaje junto a sus madres que los llevaban a viva fuerza, mientras ellos seguían protes- tando a gritos. Los columpios siguieron ahí, solos por mucho tiempo.
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