El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

257 50 años del golpe de Estado en Chile Los helicópteros volaban a poca altura con sus puertas abier- tas, por lo que se podía ver claramente en su interior varios soldados con sus ametralladoras en sus manos, los niños los miraron y salu- daron con sus manos a los cual los soldados, desde el helicóptero, les respondieron de la misma forma, provocando en ellos mucha alegría que se convirtió en risas y saltos ¡Hola! ¡Holaaaa!, le gritaban hacia arriba, esto hizo que se les pasara la hora y corrieron hacia a la escuela. Llegaron contentos comentando unos con otros la experien- cia recién vivida, por lo que se hizo un murmullo general en el patio hasta que sonó la campana. Comenzaron a formar filas cada uno frente a su curso, pri- mero el octavo con los niños más grandes y al último el kínder, los niños más pequeños ayudados por su maestra; y se hizo el silencio. Ese día la directora iba a hablar algo importante; como no era lunes, el día que normalmente lo hacía, los niños se miraron unos a otros con evidente gesto de curiosidad en sus rostros. Hoy no hay clases, por favor váyanse rápido y directo a sus casas; los niños a los que los vienen a buscar sus padres deben es- perar un rato en el salón principal sin hacer desorden, esas fueron todas las palabras que la directora dirigió a los alumnos tras lo cual se acercó a cada profesor dando algunas instrucciones y luego desa- pareció tras el pasillo que conducía a su oficina privada. Cuando la directora terminó de hablar se hizo un breve si- lencio que se rompió con vítores y hurras, bolsones lanzados al vien- to y un sinfín de abrazos; al parecer ninguno esperaba semejante sorpresa, sus caras solo reflejaban alegría. Salieron corriendo y tropezándose unos con otros sin reparar que afuera la ciudad ya no era lo misma de cuando habían entrado a la escuela. En ese rato se había generado un gran cambio en el cual ellos no repararon.

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