El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

199 50 años del golpe de Estado en Chile una metralleta, una escopeta recortada, el morral con tiros. Era todo lo que tenían, no faltaba nadie. Había inquietud, pocas palabras. Solo Pedrito acotó: “se llevaron a mi viejo y a mi hermano, no pude hacer nada”. Dejaron pasar una hora, lo negro de la noche les advirtió que había llegado el momento, se miraron a la cara, se dieron las manos, no había miedo, sabían lo que se estaban jugando. Salieron uno a uno, siguiendo los pasos del anterior. El grupo avanzó rápidamente con una energía desconocida, eléctrica, sigilosos se dirigieron hacia el puerto, la aduana y la cárcel, edificios custodiados por marinos, a esta hora ya un poco confiados. Protegidos por la oscuridad y en silencio se fueron ubicando cada uno en el lugar indicado, la respiración entrecortada y el corazón palpitando fuerte. Víctor con su primer tiro daría la señal de partida, las armas preparadas, todo estaba listo. El disparo sonó seco y claro, la súbita fusilada causó estragos entre los despreocupados marinos, algunos cayeron al suelo heridos, otros parecían inmóviles. Del recinto militar disparaban sin saber a quién, la confusión era total. Un golpe totalmente inesperado, solo alcanzaban a ver desde distintas partes desde lo alto del cerro, ráfagas y tiros que los buscaban sin piedad. Gritos de triunfo salían del grupo bien distribuido en las guaridas improvisadas. Por un momento el combate arreció de ambas partes, la batalla no podía durar mucho, las balas se terminaban, poco a poco los cañones se fueron callando hasta humear inútiles en sus manos. Buscaron un rincón para depositarlas, y el ruido metálico al caer fue como un fin de fiesta. Los atacantes volvieron a la realidad. Víctor puso sus dedos en la boca y el silbido atravesó el aire, uno a uno el grupo se fue reuniendo en la esquina. Angustiado, Víctor los contaba en silencio, un alivio, estaban todos. Pedrito apoyado por el Pocho avanzaba sangrando de un hombro, lo examinaron con atención, no

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