El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

181 50 años del golpe de Estado en Chile Terror verdadero Cecilia Ostornol Almarza Mamá había ido a visitarme a Managua, después de una lar- ga separación. Había transcurrido demasiado tiempo después del Golpe; quizás no tanto, pero sí, tiempos determinantes, al menos para mí. Nos habíamos separado cuando Pablito, todavía en pañales, balbuceaba sus primeras sílabas, y yo aún me resistía al extraño ofi- cio de ser madre. Expulsados a Europa, la dejamos en su propio exilio interior, en aquel Santiago de Chile que ya nunca sería el suyo. Aprendí de los rigores de la maternidad, como todas; con la naturalidad de una leona, mérito de la corteza cerebral animal que felizmente poseemos, creo yo. Cada vez que salíamos airosos de alguna “peste” o accidente, la imagen de mamá ascendía en el “ranking” de honor mientras yo presurosa, le rebajaba avergonzada, las condenas que tan dramática- mente le había impuesto durante mi intensa adolescencia. Ella me ponía al día con detalle de todos los acontecimientos familiares. En menos de dos horas tuve que procesar tres duelos, dos matrimonios, cuatro nacimientos, algunos con “fórceps” y “eclamp- sia” incluidos. Me costaba seguirla. Sus ojos azules intensos de un brillo que competían con su sonrisa espléndida me distraían impidiéndo- me seguir las historias que se sucedían una tras otra.

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