El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

158 El tejido de la memoria con su cuñada. Pasó una semana y volvió a estar en casa, pero a mí ya ni me miraba, solo cuando quería que le fuera a comprar y a jugar la polla gol, pero me hablaba bien enojado. Un día mi mamá me bañó y me puso ropa muy bonita, un vestido azul, de manga largas y unas rayitas tricolores en los bordes y tomamos una micro roja que me dio la impresión de que cruzamos todo Santiago. Mi mamá muy concentrada no me decía nada de nada y nos bajamos en una calle que se llamaba General Velásquez, caminamos unas cuadras y llegamos a un lugar muy grande donde salió una señorita a atendernos y nos hizo pasar a una oficina gi- gante donde nos esperaba una señora muy seria que nos dijo ¡bien- venida!, yo solo miraba todo a mi alrededor, con frío, estaba como aturdida, no sabía qué pasaba y no entendía nada, hasta que vi que mi mamá se paraba, después de hablar con la señora y se acercó a mí y me dijo chao, pórtate bien, y la señora me dijo bienvenida a la casa de acogida…

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