El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile
157 50 años del golpe de Estado en Chile compañeros querían jugar conmigo a saltar, fue un buen día y la semana completa, hasta que se me perdió el cordel y todo volvió a la normalidad, a no juntarse conmigo, creo que desconfiaban de mí, de mi aspecto de pobre, a lo mejor creían que les robaría alguna de sus lindas cosas, bueno, pensé que era normal. Cuando volví a casa esta- ba mi mamá lavando ropa, pero me llamó la atención que estuviera cantando, luego, ya casi de noche nos mandó a acostarnos temprano y ella salió, esto empezó a pasar muy seguido, pero una tarde escu- ché cuando le estaba contando a su amiga que había conocido a un hombre que hace poco había llegado de Talca y que vivía de allegado en la casa de su hermana. Y cuando tuve la oportunidad de contarles a mis hermanos les dije que mi mamá ahora tiene pololo, no les im- portó nada, así que yo tampoco me preocupé y un día domingo mi mamá empezó a ordenar y hacer almuerzo y nos lavó a todos la cara y nos peinó. Luego llego él, que nos llamó mucho la atención, porque su pelo era naranjo, tenía muchas pecas y una sonrisa que parecía de caballo, con unos grandes dientes, nos preguntó nuestros nombres y se puso a conversar con mi mamá como si no estuviéramos ahí y desde ese día pasaba metido en nuestra casa. Mi mamá se veía feliz, incluso ya nos pegaba menos y un día nos llevaron a los juegos, yo estaba emocionada, mucho tiempo esperando subirme a las sillas voladoras, pero después de ese día se vino a vivir a la casa y ya no era tan entretenido ni para nosotros ni para mi mamá, porque se adueñó de todo y mandaba como patrón de fundo y un día fueron a un asado con mi mamá solo ellos y volvieron un poco tarde escabulléndose de los milicos y llegaron peleando e insultándose. Yo desperté de los gritos y miré por la puerta justo cuando él le iba a pegar, yo salí, le agarré el brazo y me dio una mirada dándose vuelta y cuando me iba a mandar un mangazo, mi mamá lo ataja y yo salí a pie pelado corriendo donde la señora Ana, hermana de este caballero, para que viniera a rescatar a mi mamá. Llegamos y en eso aparecen los mi- licos y lo agarran, poniéndole los brazos atrás de su espalda y se lo llevaron, me mandaron a acostar y se quedó conversando mi mamá
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=