El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

147 50 años del golpe de Estado en Chile Hay personas que hasta el día de hoy no pueden entrar al Estadio Nacional, al Estadio Víctor Jara, o pasar por la calle donde fueron detenidos. Otras personas no pueden hablar de lo sucedido y piensan que aún hay peligro de hablar. Hay personas a las que se les ha solicitado narrar sus historias y se niegan rotundamente, porque el miedo y terror de ese periodo las atrapó para siempre. Luego, está el trauma de la generación que en esa época tenía entre nueve a quince años, adolescentes que participaron junto a sus familias de las concentraciones de la Unidad Popular (UP), de las juventudes comunistas, jóvenes que se reunían para colaborar con la gente, para tener algún producto que escaseaba como, por ejemplo, la parafina para la calefacción del invierno. Personas que vislumbraron una vida diferente durante el gobierno popular y que el 11 de septiembre de 1973, vieron trun- cados sus sueños de manera violenta, cambiando radicalmente las condiciones del país y las normas, haciendo desaparecer todo el proyecto de vida que se estaba conformando. Para ellas, también es un trauma, pero que se puede o no revelar, quizás años más tarde, porque pasaron tantas cosas violentas en ese tiempo de las que no se hablaba por miedo y desconfianza, además de que no se tenían las herramientas para poder resolverlo. Cómo se iban a dar cuenta las familias que niños y niñas de diez a quince años iban a sufrir de alguna manera si el país estaba atravesando por vejaciones de forma periódica. Es un trauma subterráneo, no se ve, no se siente, pero está. Chile sufrió un trauma sistemático, múltiple y complejo, quedando, finalmente, con unos límites estrechos, difusos, caóticos y estancados en el dolor, el espanto y la perversidad impuestos por los asesinos que tomaron el poder. El gran trauma llamado Chile se convierte en varios traumas causados a su pueblo. Chile como territorio sufre dicho trauma por- que lo dividen y subdividen en pequeños territorios de control, como las comunas que fueron divididas. Otro orden que comienza a regir, se introducen nuevas formas que modifican todo comportamiento