El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile

122 El tejido de la memoria distancia de un par de cuadras de casa, había un campamento de pobladores (obviamente, no se suponía que hubiera campamentos de gente pobre en el barrio alto) que en ese momento estaba siendo allanado por fuerzas del orden y desde donde se escucharon algunos disparos, gritos y ruidos tumultuosos. Luego en casa nos aferramos a la radio y la televisión para seguir informándonos, aunque todos los medios ya estaban bajo control militar y proveían todos las mismas transmisiones, destacando las justificaciones de la intervención mi- litar, la misión histórica de las fuerzas armadas y de orden en tomar la decisión patriótica de salvar a Chile del marxismo comunista, y más bandos e instrucciones para la población civil mientras se inter- calaban breves cortinas musicales de marchas e himnos militares. Hoy es miércoles 12 de septiembre. Al igual que el día an- terior, pasamos casi todo el día en casa; de hecho, se ha declarado toque de queda con limitadas horas para movilizarse. En la televi- sión no hay más que ver o escuchar los bandos militares, muestras del bombardeo a La Moneda, la muerte del presidente Allende, las justificaciones, los allanamientos de supuestos sitios clandestinos, mostrando armas de los extremistas y explicando los planes cons- pirativos comunistas de los cuales habíamos sido salvados por la intervención militar. Hay rumores de resistencia armada, de enfren- tamientos, de represión y detenciones arbitrarias. Hay mucha incer- tidumbre y una sensación de impotencia y temor generalizados. Hoy es jueves 13 de septiembre, tercer día después del golpe. Un día que siempre he recordado y del cual siempre había querido escribir, pero por una u otra razón nunca había podido hacerlo has- ta el día de hoy, a casi cincuenta años desde aquella fatídica fecha. Seguramente, una de las razones por no haberlo hecho antes fue debido al trauma que me dejó el hecho de que ese día, a mis 21 años, sentí por primera vez tan cercana la presencia de la muerte. Ese día todo había transcurrido de manera muy parecida al día anterior; en- tre bandos, noticias y rumores; en realidad, no había mucho que se pudiera hacer.

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