El tejido de la memoria: 50 años del Golpe de Estado en Chile
103 50 años del golpe de Estado en Chile Un simpático perrito giraba y hacia contorsiones como chin- chinero mientras “Charagua”, de Víctor Jara, daba melodías que ha- blaban de nuestros sonidos ancestrales. Contentos estábamos cuando por fin el cobre fue chileno, cuando los trabajadores del salitre aumentaron la producción, cuan- do los obreros del carbón tuvieron dignidad en su trabajo. Cuando las mujeres trabajadoras pudieron colocar a sus hijos en jardines infantiles. El compañero Presidente, con voz profunda y con sólidos ar- gumentos, desafiaba a los estudiantes universitarios a servir a los pobres, al proletario, a volcar sus conocimientos al servicio del bien común, a unirse a trabajos voluntarios para apoyar a las familias en sus necesidades. Y así he ido girando mi caleidoscopio del tiempo, esos frag- mentos que trato de ir hilando en estas líneas que tienes oportunidad de leer, multiplican las formas y como espejos en los que miramos nuestros actos, nuestras vivencias, nuestros seres queridos, vamos en una espiral, recordando y rememorando hechos que de pronto nublan nuestra vista o dejan caer lágrimas por las mejillas. Sí, porque de pronto trataron de arrebatarme ese caleidosco- pio, se resquebrajaron esos cristales, una nube gris opacó la mirada y no hubo forma de repararlo por muchos años. Solo las últimas palabras de despedida del Presidente me dieron esperanzas: “ sigan sabiendo que, mucho más temprano que tarde se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. Escribo estas líneas con mi caleidoscopio en la mano, aun- que tiene marcas del pasado, he logrado repararlo y lo acerco para mirar cómo se construyen nuevos ideales, sueños y esperanzas en ese suspiro que está lleno de desafiantes propósitos y metas para un nuevo Chile.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=