Nosotras investigadoras: Estrategias con perspectiva de género para la inserción y el desarrollo de y en la investigación universitaria

• 19 InES Género UCH | Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo Podemos observar que en su crónica personal las estudiantes relevan que sus expe- riencias han marcado un antes y un después en su desarrollo como investigadoras, y que al hacerse conscientes desde la perspectiva de género, pudieron visualizar distin- tos sesgos, estereotipos, discriminaciones y sexismos presentes en sus vidas, y que han permitido o dificultado su configuración en su trayectoria como investigadoras. Lo anterior da cuenta de que el género es un aspecto que atraviesa la experiencia vital de las personas y determina los caminos y decisiones que se toman. En torno a ello, se reconocen las propias experiencias personales que se forjan en torno a relaciones de género: 4.1.1 EXPERIENCIAS PERSONALES Siempre me he presentado frente al mundo académico, profesional y labo- ral como Licenciada en Historia y no es hasta ahora que he caído en cuenta del sesgo de género detrás del enunciado. Todos los hombres que he cono- cido tanto dentro como fuera de la Universidad que estudiaron exactamente lo mismo que yo, no vacilan en presentarse como Historiadores. Tal cual. Sin tapujos, sin titubear siquiera. Y yo aún no me atrevo. Experiencias de discriminación que las han hecho sentirse más seguras, empoderadas, y autónomas en su quehacer investigativo. Escuchando a personas cercanas lo difícil que era porque no me quedaba callada, porque si retaban a mi compa- ñera, insultaban a alguien, hablaban mal de una tercera persona o incluso cuando algo me molestaba porque iba dirigido a mí, pues venía el brillante comentario “qué niñita, deberías ser abogada” o el típico “la abogada del diablo”, insinuando claramente lo innecesario de mi aporte y que para ser niña no debería tomarme tantas atribuciones… pero eso nunca me frenó. Inseguridades gestadas por sesgos y/o roles de gé- nero que se han transformado en dificultades para el desarrollo profesional, académico e investigativo. Las labores de cuidado y de crianza, en general, las asu- mimos las mujeres, esto implica una doble/triple jor- nada y, necesariamente, un manejo de tiempos y apro- piación de espacios totalmente diferente. Las reuniones fuera del horario laboral, viajes académicos, la creación de una red académico/social tejida en espacios fuera de la universidad, etc., se me complicó bastante más que a mis compañeros hombres (sobre todo cuando mis hijos eran chicos) ¿Cuáles son los principales sesgos de género que he vivenciado en mi área de conocimiento y en los procesos de investigación en los que participo? tener pareja, ya que se supone que las mujeres no se comprometen con su trabajo, ya que en cualquier momento pueden renunciar porque sus parejas las pueden mantener. Esto me lo dijeron por primera vez en una entrevista cuando recién me titulé y lo he seguido escuchando después de 23 años. la maternidad, ya que se cree que la mujer no es capaz de compatibilizar trabajo-familia. Esto los vivencié como docente e investigadora. Al nacer mi hija mayor, en 2005, tenía que viajar a exponer a un congreso en Argentina. Mi jefe no autorizó el viaje por la edad de mi hija, aún cuando le dije que era un problema que estaba resuelto por mi familia. Además, me asignaron clases en horario vespertino, jornada en la que no funcionan las salacunas. Los principales sesgos, están asociados a los prejuicios asociados a:

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