Policy Brief: Salud intercultural en Chile: recomendaciones para la política pública
3. ANTECEDENTES Y ANÁLISIS DE POLÍTICA PÚBLICA El 9 agosto del 2023, durante la conmemoración del Día In- ternacional de los Pueblos Indígenas, el Dr. Jarbas Barbosa -Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)- recordó la importancia de asegurar un enfoque intercultural al momento de garantizar la salud de las poblaciones indígenas de la región (Organización Panamericana de la Salud, 2023). De acuerdo a la OPS, en la región de las Américas viven más de 70 millones de personas pertenecientes a pueblos indíge- nas, quienes muestran tasas más elevadas de enfermedades no transmisibles (p.e. Diabetes Mellitus 2 e Hipertensión Arte- rial Crónica) y transmisibles (p.e. Tuberculosis y Malaria), una tasa de mortalidad materna hasta siete veces superior a la que registra la población general, y una tasa de mortalidad infantil que duplica el parámetro anterior (Organización Panamerica- na de la Salud, 2023). En el caso de Chile, la situación descri- ta es similar. La población indígena enfrenta una mortalidad general hasta 1,8 veces mayor y una mortalidad infantil que excede en más de 3,4 veces a la de la población no indígena (Alarcón M et al., 2004). Asimismo, se registran tasas de mor- talidad específica 1,25 veces mayores en enfermedades circu- latorias, un 1,6 veces mayores en traumatismos y hasta 2,8 veces mayores en tuberculosis (Oyarce P & Pedrero S, 2006, 2008, 2010, 2011a, 2011b; Pedrero S, 2014). Para hacer frente a esta situación, la OPS insta a sus Estados miembros a cumplir lo pactado en la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud (2019-2025), como también en la Resolución sobre la Salud de los Pueblos Indígenas de la Asamblea Mundial de la Salud (2023) (Organización Mundial de la Salud, 2023; Organización Panamericana de la Salud, 2019). Este organismo regional llama a los gobiernos nacionales y locales a intensificar sus esfuerzos para trabajar con los pueblos indígenas en el tratamiento de los deter- minantes sociales de la salud y la equidad. En paralelo, los países deben reconocer la medicina tradicional, promover la participación de las comunidades en las decisiones sobre su propia salud y garantizar la generación de datos desagrega- dos por etnia con su consentimiento para hacer frente a la invisibilidad de las poblaciones indígenas en los indicadores de salud. Además deben incorporar un enfoque intercultural en los sistemas de salud y garantizar la implementación de servicios de salud interculturales para mejorar el acceso. En el caso de Chile, desde el retorno a la democracia, se han elaborado un conjunto de normas y programas para abordar la salud indígena. La primera iniciativa se remonta al año 1992 en la Región de La Araucanía, donde se incorporó la figura de facilitadores interculturales en hospitales como mediadores lingüísticos (Manríquez-Hizaut et al., 2018; Poblete, 2019). A ni- vel ministerial, el año 2000 lo continuó el “Programa Especial Salud y Pueblos Indígenas” (PESPI) con ejes orientados a equi- dad, participación e interculturalidad en las políticas sanitarias, implementado actualmente en los 29 Servicios de Salud del país (Manríquez-Hizaut et al., 2018). El año 2006 se publicó la Política de Salud y Pueblos Indígenas cuyo propósito es “con- tribuir al mejoramiento de la situación de salud de los pueblos originarios, a través del desarrollo progresivo de un modelo de salud con enfoque intercultural que involucre su activa partici- pación en la construcción, ejecución, control y evaluación del proceso” (Ministerio de Salud, 2006b). En esta línea, el Conve- nio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es una de las iniciativas internacionales más importantes sobre derechos de pueblos indígenas y tribales, siendo ratificado por el Estado de Chile el año 2008 y entrando en vigencia al año siguiente. En su artículo 25 obliga la disposición de servicios de salud adecuados para los pueblos indígenas o los medios para su organización; la participación en la administración de estos servicios de salud y preferencia a la comunidad local en la for- mación de personal sanitario, todo esto en coordinación con otras medidas sociales, económicas y culturales (Chile, 2008). Otras leyes que han contribuido a la política de salud inter- cultural han sido la Ley de Derechos y Deberes de los Pacien- tes (Chile, 2012), la Ley de Autoridad Sanitaria y Gestión (Chi- le, 2004) y la Norma General Administrativa N° 16 (Ministerio de Salud, 2006a), dirigidas a introducir enfoques de salud intercultural en los programas de salud de comunas con alta concentración indígena, además de propiciar una atención de salud con pertinencia cultural. En síntesis, a pesar de las iniciativas implementadas a la fecha, persisten las inequidades en salud en los pueblos indígenas de Chile. Esta realidad se evidencia no solo en las estadísticas epidemiológicas mencionadas, sino también en la ausencia de un diagnóstico nacional que sea diferenciado por pueblo indígena y comparativo con la población general, lo cual está directamente relacionado a la falta de actualización de datos que llegan a ser de hasta por más de 10 años (Oyarce P & Pedrero S, 2006; Pedrero S, 2014). Es así como resulta crucial profundizar en ámbitos estructurales de las políticas en la ma- teria con tal de cerrar las brechas sanitarias y a su vez cumplir los compromisos adquiridos a nivel internacional. 4 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=