Policy Brief: Salud intercultural en Chile: recomendaciones para la política pública
En el ámbito de gobernanza y marco regulatorio, se reco- mienda actualizar y optimizar la normativa para entregar respaldo jurídico a la institucionalización de la salud intercul- tural. Se sugiere dotar al Ministerio de Salud de una nueva institucionalidad que posibilite una efectiva transversaliza- ción de la interculturalidad, conformar un Consejo Asesor en salud intercultural y pueblos indígenas y establecer ins- tancias formales continuas de coordinación intra e intersec- torial. Respecto de la adaptación del sistema de salud, se re- comienda la incorporación de competencias culturales en la formación de pregrado y educación continua. Integrar la sa- lud intercultural en los modelos de redes integradas de ser- vicios de salud, promoviendo la colaboración entre sistemas sanitarios y respetando los saberes ancestrales. Finalmente, para los sistemas médicos indígenas, se propone fomentar el desarrollo de centros de salud interculturales de atención primaria, co-administrados con comunidades indígenas, que atiendan tanto a necesidades locales como a prioridades sa- nitarias de la medicina occidental. El documento subraya la urgencia de acciones concretas y co- laborativas para cerrar las brechas sanitarias y cumplir con los compromisos internacionales, mirando hacia experiencias in- ternacionales exitosas que proporcionen una guía efectiva para la implementación de estrategias pertinentes en la materia. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En Chile persisten profundas inequidades de salud entre la población indígena respecto de la no indígena (Di Fabio et al., 2008). En los recientes censos de población de Chile, se ha obser- vado un incremento en el porcentaje de las personas que han declarado pertenecer a pueblos originarios, alcanzando un 12,8% en 2017. De este porcentaje, la mayoría pertenece al pueblo Mapuche con un 79,8%, seguido por el Aymara con un 7,2% y el Diaguita con 4,1% (Unidad de estudios y estadísticas de género. Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 2018). Aunque se han implementado diversas políti- cas para atender las problemáticas de los pueblos indígenas, predomina el enfoque asistencialista que no aborda ade- cuadamente la dispar distribución de poder y prestigio en la estructura social del país (Cuyul S, 2008). Esta situación, agravada por la vulnerabilidad histórica y sociocultural de estos grupos, limita su acceso a bienes y servicios esenciales, incluyendo los sanitarios (Cuyul S, 2008; Figueroa H., 2016). La Organización Panamericana de la Salud (OPS) releva la importancia de la salud indígena para la década del noven- ta, al mismo tiempo en que Chile emprendía una serie de iniciativas en la materia (Di Fabio et al., 2008). El país ha de- sarrollado una política de salud y pueblos indígenas enmar- cada bajo los lineamientos de compromisos internacionales asumidos por el Estado, entre ellos el más relevante es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ratificado el año 2008 (Aguas & Nahuelpan, 2019). El convenio establece una serie de compromisos que los Es- tados deben cumplir para promover, respetar, garantizar y proteger los derechos humanos de los pueblos indígenas y tribales (Aguas & Nahuelpan, 2019; Chile, 2008). A pesar de los progresos legislativos, la implementación en- frenta dificultades y desafíos pendientes, evidenciados por las persistentes inequidades sanitarias (Barboza-Solís et al., 2020; Oyarce P & Pedrero S, 2011b). La disparidad en los indicadores epidemiológicos dan cuenta de las condiciones desfavorables que enfrenta la población indígena en comparación con la no indígena. Cabe destacar que la falta de datos actualizados que den cuenta del perfil epidemiológico de los pueblos indígenas en Chile, refleja una preocupante falta de atención en este ámbito y constituye además una dificultad considerable para la toma de decisiones en materias de salud pública. Estudios que dan cuenta de la perspectiva de las personas usuarias del sistema sanitario, resaltan las principales dificulta- des para abordar estas inequidades, entre las que se incluyen: la falta de compromiso de autoridades sanitarias, la indiferen- cia de la población general ante esta problemática y la discri- minación hacia la cultura indígena por parte de los equipos de salud. Además, se suma la carencia de una institucionalidad y una gobernanza adecuada para atender de manera apropiada los temas de salud indígena en el país (Alarcón M et al., 2004). Actualmente en el Ministerio de Salud, la salud de los pueblos indígenas se aborda desde la División de Políticas Públicas Sa- ludables y Promoción (DIPOL) de la Subsecretaría de Salud Pública, y desde la División de Atención Primaria (DIVAP), de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, institucionalidad que impide transversalizar el enfoque intercultural en el quehacer institucional como un todo. Todo lo anterior está condiciona- do por una serie de factores subyacentes, que han influido en el desarrollo de la política de salud indígena. Entre estos fac- tores se encuentran las diferencias de las cosmovisiones entre los pueblos y su conceptualización del proceso salud-enfer- medad, la hegemonía del modelo de salud occidental y prác- ticas verticales presentes en el sistema de salud chileno. 3 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF
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