Position Paper: Aproximaciones transdisciplinarias sobre actividad física: construcción de posiciones y propuestas
estas labores/ trabajos, pero que no poseen una “recompensa o derecho” al tiempo libre –espacio de ocio, por sobrellevar lo reproductivo. Todo lo contrario, el ocio-espacio- tiempo libre; de su pareja e incluso hijos/as incrementa su carga laboral (Franch, et al 2020; Franch, et al 2022). Para el caso donde las mujeres tienen inserción a los mercados laborales (que trabajan fuera y dentro del hogar), sabemos que el fenómeno de la doble jornada es algo que las determina de sobremanera, siendo un agobio poder conciliar jornadas y deberes, anulando en gran medida el poder disponer de ocio-espacio-tiempo libre, donde podrían ejecutar la actividad física recomendada/deseada. Las mismas encuestas de uso del tiempo señalan que las mujeres trabajan bastante más que los hombres (Instituto Nacional de Estadística, 2015 & OECD, 2021) y que las nocio- nes de tiempo que manejan las mujeres son mucho más difusas y menos claras cuando son tiempos para sí mismas, pues organizan y restringen sus tiempos para respetar el tiempo de los otros/as que componen el nú- cleo familiar (Franch et al., 2022). Son estas constataciones las que han comenzado a denominarse como “pobreza de tiempo” donde las mujeres lo experimentan como un fenómeno de mayor magnitud (Lagarde, 2015). Por otro lado, siguiendo a Del Valle (2000) en la planificación de la in- fraestructura vial, de transporte y movilidad, la experiencia masculina ha sido instaurada como la norma, tiñendo una configuración sexista que se materializa en ciudades con diseños urbanos que priorizan cánones de movilidad masculina. Los viajes de los hombres son principalmente de un lugar a otro, sin paradas, ni intermedios, de la casa al trabajo, indepen- diente de si son viajes extensos o breves, realizados desde un solo medio de transporte, por lo cual, lo que se busca es unir zonas residenciales y comerciales/industriales/laborales de la manera más funcional. Pero la movilidad organizada de esta manera sigue la lógica de priorización de lo productivo/masculino v/s lo reproductivo/femenino. La movilidad femenina carga con incluir las tareas cotidianas, que deben ocuparse de la mantención de los hogares y núcleos familiares que los habitan, y res- ponder así a la sostenibilidad de la domesticidad. En ese espectro, las mujeres deben realizar múltiples paradas, ir a más de un lugar, recoger a personas, pasar a buscar cosas, llevar carga, etc. (Díaz & Rojas, 2017). Se sabe que las mujeres ejecutan desplazamientos de menores distancias, pero sus viajes son más complejos, intrincados y desarrollados de mane- ra mixta (transporte público y caminatas), lo que incluso lleva a pensar en que emplean mayor tiempo de traslado (Del Valle, 2000; Kern, 2020). .110. POSITION PAPER N°4 CAROLINA FRANCH MAGGIOLO - DANIEL EGAÑA ROJAS - LORENA RODRÍGUEZ OSIAC
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