América es la casa. Arte mural y espacio público en Chillán

sobre la fuente¡ cada piedra canteada seor- denó de menor a mayor y de adentro liacifl Juera 11 _1.0 Esta lectura de la narrativa del mu - ral, permite generar un diálogo entre los distintos tiempos -a modo de tríptico- rea- lizado por María Martner sobre la vida de O'Higgins, y proponer una solución en la composición, donde las piedras generan un flujo dinámico, de encuentro, entre el dibu- jo y la abstracción. Este recorrido por la comuna de Chillán Viejo nos genera un retorno, un ri- tual de la formación de las primeras comu- nidades, es recordar los gestos de la recolec- ción y el artesanado, asumir una vinculación cósmica al ordenar el recorrido visual de estas piedras, que se conjugan entre sus texturas y orígenes. Es ver en ellas registros de astronomía a modo de mapas celestes y estallidos estelares. También están presen- te en forma terrena la albarii lería y el gesto colaborativo del trabajo en equipo con los obreros. Esesteejercicioel queMaríaMartner realiza en su mural, al igualar piedras semi- preciosas corno el lapis~ázu li, en conjunción con las piedras del Río Nuble (cuarws ygra- nitos),situadosen una misma pared valórica. "Matrimonio Huaso" de Mario Carre,io, un recorrido por su vida La obra del pintor cubano - chi leno Mario Carreña, tiene sus primeras referen - cias en el año 1930, cuando desarrolla su primera exposición en la galería "Sala Me- 20 Atn,lgJd.a j uJ, l lu1to. El ,,11,rnt d< l""l,,1,Ir CJu /1.io Vttw. Vmvl'rs,J,ld M Chile, ChilUn, 1974, pp.2 1. rás Rico", en La Habana, Cuba. Carreño presenta dibujos vinculados a las experien- cias visuales, en torno a las luchas sociales y políticas, generadas por la dictadura del gobierno de Gerardo 1\llachado. En 1932, se embarca hacia Espaiia, donde conoce a poetas como Rafael Alberti, Federico Gar- cía Lorca y Pablo Ncruda. Tiempo después, y encontrándose en medio de la Guerra Civil Espa,iola, sabe del Movimiento ,Vluralista Mexicano. Viaja a México, donde entabla amistad con Diego Rivera,José Clemente Orozco. y Rufino Ta- mayo, en 1936. Al a,io siguiente viaja a París, donde entre las tertulias de Montparnasse conoce a Pablo Picasso, Giorgio De Chirico y Giacometti. En a,ios posteriores, y gracias a la amistad de Osear Dominguez, se vinrn- la al surrealismo, de ahí en adelante fija su residencia en Estados Unidos. En 1940 rea- liza la obra "N"cimie11to de las N(!cio11esi\mc- ricmias''. como resultado de su aprendizaje en Europa, reflejándose el estudio de artis- tas como Piero de la Francesca o Botticelli. En 1942, participa con David Alfa- ro Siqueiros en la elaboración de un murnl en su departamento en La Habana, el que fue realizado con la técnica de Duco sobre madera y tenia una dimensión de 6 metros de ancho por 8 metros de alto. Esta obra, genera un primer vínculo con la produc- ción de su mural en Chillán, puesto que ese año, Siqueiros había terminado su obra en Escuela México. De regreso a Chi le, des- pués de algunos aiios, paralelo a sus clases en la Universidad Católica, realiza un cur- so sobre "Evolución del arte actual" en la Universidad de Concepción, en 1959. Estas experiencias lo vinculan a la región y el ima- ginario del mundo campesino. M.uio C a.t1'('1) 0 , lllUl',\I H 1.>nlt'1lll/ t' ,1 Fr-dy Ansd 1(i), ColeF:iO S ,ln lgn,t\'.10, S ,mt1.lgo. 1960. ( " \ \ SS

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