América es la casa. Arte mural y espacio público en Chillán

Tc-Hcmoto d 1.' Chill.lo d\' 19.>9. ,·ist.1 p ,l rd.,l de C,l lk· cfntn\'..t d cstn11d,1. Prc-su.-knt(' Pedro Aguim: C<.·rd.1 v1siu cnformos d ur,rnh.' el tcrrcmotO1l.· ) 939. Le Corbusier, 1887- 1965. Uno de los an.¡uitct:hJ~ mh ioílu)·C-1lléS dc-1siglo XX, ÍUéllh" FLC/ ADi\G 1~ 481 ;," R(( \í',I \<. \',.\ :\!,u 11) 1 r >l l" Pub que tensiona la ciudad y su arquitectura, generando una estrategia relacional entre arte y espacio público. Este recorrido permite ingresar a las fi suras de la memoria de la ciudad, en ellas reconocer los proyectos políticos y utopías que conformaron la segunda mitad del siglo XX y que permiten ordenar el ima- ginario de algunos de los autores que tra- bajan en la producción del arte mural. De esta forma, los proyectos ideológicos que operan como motor reflexivo en el campo cultural y político, se constituye,i en matri- ces de sentido elevados a categoría estética, tanto con los di scursos de la teoría crítica, como americanistas, donde se ven involu- cradas la mirada revolucionaria o progre- si sta, como los proyectos de las vanguar- dias. Por otro lado, estAel uso de discursos cultu rales crioll istas/ como gesto visual en tanto discurso de la realidad americana. 5 Po,kr cntc1ldt·r el ,noll,,mo no w locomo,ul rnn,('pto 11, ,tó!IC(l, un (;;nomcno ~,;i) o un;i inoJ.alt,bJ l11tr.lu ~ u l ,on h) lo p!.ln :e,, Ernc-,10 Mo1uc1\~!0. Jond.- no( men,1cm,l ,1ut: ~ro, tmm.• , nol/,>f, m J., u,,i/11l,1.J .Ir mu,t,o r,,,.:p:, (JJ., .:1b,"t,111 Jm¡;.111rnto( d, l•n to,Ml. ,►.,T Jo •11»,•111 t •1tu,1,J,,m , ,r<JV• ,-01110 io1wfrn1,; rpu&d1t,>i ,11 111t~1 "'"'ria dr to,; 11;,nbrtS o t •i lllf;I 1111,is111..i f1 1•11 w11 n!1ttr,) dr lrJtr:.díffo!H6nta: .•, , to -.e ¡11,: ,,~nt;i rn .alguo,b r1,u r,lh' "" J,· l<u mur.r.ln lc1<.1lrs, ('omo ,c,luc16n ,·hu,11 .ll Íundu d ,tfunolo.;-.11 o .imru u m,_ Una caractenstlca de los murales de Chillán, está en los dist intos usos tecno- lógicos para concretar su materia lidad, que van desde el fresco, piroxilina sobre panel aglomerado, óleo sobre madera, pintura sobre concreto, mosaico, etc. Es en estas distintas posibilidades tecnológicas, que vemos un corte disciplinario entre autores que toman como experiencia los discursos de las vanguardias, o los autores de la acade - mia que desarrollan un desplazamiento de sus especialidades como la pintura de ca- ballete o la escultura, permitiendo también identificar cómo estas obras están incorpo- radas a la arquitectura de la ciudad, tensio- nando la relación modernidad y memoria . La producción de arte mural en nuestra ciudad, permite desarrollar una re- lación con la idea de lugar. De esta forma, las distintas narrativas que la producción de arte rea liza, involucra o hace referen- cia a lecturas geográficas como históricas. Esto, a su vez permite tomar como clave temática a los orígenes de Chillán, a partir de sus cuatro fundaciones, sus desastres naturales por ten-emotos o destrucciones indígenas y el asedio del bandolerismo que asoló la provincia a fines del siglo XIX. Otro aspecto son las tradiciones artesana- les y el folclor, que permiten involucrar los discursos de la cult ura popular y extender una lectura del territorio, con su marcada trad ición campesina, en contraposición a la influencia de una moderna arquitectura post terremoto. Es importante destacar que, des- de la fundación de Chillán en 1580, por Martín Ruiz de Gamboa y hasta el go - bierno del Presidente José Joaquín Prieto - que decreta su traslado de la ciudad a su

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