América es la casa. Arte mural y espacio público en Chillán

Otro caso es laconstrucción del paso bajo nivel del cerro Santa Lucía ( 197 I ), en donde las bases del concurso obligaban a la presentación de sociedades conformadas por artistas e industrias, en un claro panora- ma de integración de arte y arquitectura en el espacio público, pero también de la inte,1- ción del Estado de fomentar la práctica del arte como una instancia social. La empresa de Industrias Reunidas de Mármoles y Re- fractarios, IRMIR, se adjudicó el concurso en sociedad con el Grupo de Diserio lntc• grado, conformado porlos artistas lván Vial, Eduardo Martínez Bonati y Carlos Ortúzar. Esta industria de ccdmicas tendrá una activa participación en la modernizaci • ón del escenario urbano del Sant iago de los años sesenta y setenta. Los diserios cerámi - cos se caracterizaban por el abandono de lo figurat ivo, buscando la modulación por me- dio de formas geométricas que proyectaban efectos de luz y sombra y permi tían cornpo · ner en el repertorio concreto del color y la forma. El incremento de la demanda llevó a esta industria a adquirir más infraestruc- tura, específicamente hornos que no sólo aceleraban el proceso de fabricación, sino que también daban la oportunidad a los arquitectos de crear sus propios modelos, como en el caso de la Constructora Deseo, responsable de la construcción del Instituto Nacional José Miguel Carrera, donde el ar• quitecto a cargo,José Llarnbías, mandó a di - señar los quiebravistas cerámicos a pedido. Además de las composiciones geornétrkas, las paredes asumían condiciones cinéticas que se advertían en el tránsito vchicu lar, todo esto expresado en el espacio público y mediante la integración conjunta de las ar- F...·ru.mdo .\l,m:o,. r... •.., t,rnr;t.:h)n mur,11 tes vi suales y b an¡uitect11r,1, pero también de la indust ria y el apoyo estatal. ,\ íucrtc "' l,w,hor <.k DJ\ 1d Al faro Si'-ll1''.1fo~. Chill .in, 1957. Hac ia este momento se observa cierta declinación de l concepto original de integración plástica que venimos siguicn• ' do desde la década del treinta. Esto tiene que ver con diversas causas. Por una parte, encont raremos importantes cambios en el contex to que sign ific,1rán los desarrollos de México )' Ch ile a partir de la década de 1950, especialmente por el desemejante impacto y carácter que t uvieron los prin- cipios desarrolli stas en ambos países y, por F1.•rr1,lndo .\ IM(os , ,·e:!>t.1ut.K1ón mur,l l C1111lad dd i\irn(l. cierto, relacionado esto adeseinejantes evo- Fo1ogr.,fi.1,; .m·hivo, F..·. rn.mdo ,\ l,lrr<h . luciones políticas. Y, por otra pa rte, con t>I desarrollo que alcanzad el diserio corno una praxis n1oderna, se tenderá a especia- lizar en esta disciplina aquella función que en los proyectos buscaba integrar estética )' 141

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