Policy Brief - Regulación de cigarrillos electrónicos: propuestas para enfrentar riesgos emergentes

comparación con la terapia de reemplazo de nicotina por otros medios (parches, chicles, pastillas, inhaladores), y que aumentan las tasas de abandono en comparación con los SESN. Sin embargo, se advierte que estos resultados son en base a estudios con pequeño tamaño de muestra, la magni- tud del efecto no está confirmada y el seguimiento más largo fue solo de dos años (Hartmann-Boyce, 2022). Otra revisión de Cochrane aún más reciente (2023) también reporta que los SEAN pueden ayudar a las personas a dejar de fumar, pero sus resultados se basan también en un corto período de seguimiento (Lindson et al., 2023). En tanto, un reciente estudio publicado en una prestigiosa revista científica que demostraba la eficiencia estos productos, ha sido retractado por la totalidad de sus autores, pidiendo las disculpas del caso a la comunidad científica y al público en general. (Lin et al., 2024) Además, la evidencia disponible destaca que los efectos en salud del uso de estos dispositivos en el mediano y largo pla- zo son aún desconocidos. En base a la sólida investigación científica básica y molecular, existe preocupación con respecto al potencial oncogénico de los cigarrillos electrónicos y los líquidos empleados (Bracken-Clarke et al., 2021). De momen- to, está establecido que la nicotina es una sustancia psicoac- tiva altamente adictiva. Además, se ha demostrado que los SEAN incrementan significativamente el riesgo de enferme- dades cardiovasculares, bucales y respiratorias (Bianco, 2021: Puig-Cotado, 2020; Osei, 2019: Qasim, 2017). Asimismo, es re- levante valorar la creciente evidencia científica según la cual algunos de los componentes químicos que contienen estos dispositivos han demostrado ser nocivos para la salud de quienes los usan, pero también de quienes se ven expuestos a sus aerosoles (Gannon et al., 2023; Jabba & Jordt, 2019; Natio- nal Academies of Sciences, Engineering, and Medicine, 2018). Cabe destacar que muchos de los aditivos saborizantes utiliza- dos están aprobados para su ingestión, pero no para su inhala- ción. Hay informes de estudios in vitro que indican una mayor producción de estrés oxidativo y respuesta inflamatoria gene- rada por los líquidos electrónicos saborizados (especialmente aditivos sin sabor a tabaco, como postres, frutas y dulces) en comparación con los no aromatizados (Lerner et al., 2015). Respecto al negocio de los cigarrillos electrónicos, estudios recientes muestran cómo la industria tabacalera está detrás de la información que defiende los “beneficios” del vapeo (Al-Delaimy, 2021, Gannon et al., 2023). En los hechos, esto implica la penetración comercial de productos que generan adicción a la nicotina, que constituyen una amenaza a la sa- lud y un retroceso en el avance de políticas públicas salu- dables. Considerando los antecedentes descritos y que la expresión de los efectos del consumo de tabaco demora alrededor de 20 años (historia natural de una enfermedad crónica), el consumo de cigarrillos electrónicos puede tener importantes implicancias para la salud pública en el futuro (National Aca- demies of Sciences, Engineering, and Medicine, 2018). Esta situación revela la urgencia de contar con más estudios en este campo. Además, cabe recordar que la OPS/OMS recomienda a los gobiernos poner en marcha reglamentaciones en línea con lo establecido en el Convenio Marco para el Control del Ta- baco (CMCT) y sus decisiones, referidas a la prohibición de la comercialización de los SEAN/SESN, incluida su importación, distribución o venta, así como regulaciones sobre su uso en lugares públicos, prohibición de su publicidad y promoción, la aplicación de impuestos y otras medidas similares a las que se aplican a los productos de tabaco (WHO, 2023). 3. ANTECEDENTES Y ANÁLISIS DE POLÍTICA PÚBLICA El cigarrillo electrónico fue inventado en China en 2007 y apareció en el mercado en ausencia de regulación alguna nacional o internacional, lo que ha facilitado un aumento notorio del número de nuevos dispositivos. La industria tabacalera ha invertido miles de millones de dólares en el mercadeo de estos productos (Al-Delaimy, 2021). Debido a las inconsistencias en su regulación, han surgido voces de autoridades mundiales de salud advirtiendo sobre el ries- go que implica no regular estos dispositivos (WHO, 2023), dada la historia pasada de publicidad falsa y abuso de datos científicos por parte de la industria tabacalera (Bero, 2003; Gannon et al., 2023). Además, la información engañosa so- bre estos productos amenaza con echar por tierra décadas de lucha contra el tabaquismo (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2023). Los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco. El aerosol que producen contiene sustancias químicas humectantes, aromati- zantes y saborizantes, y algunos metales pesados. Los humec- tantes son sustancias que retienen agua, los más utilizados en 4 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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