La evaluación universitaria: antecedentes, desarrollo y proyecciones [tomo 02]
436 La evaluación universitaria: Antecedentes, Desarrollo y Proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación Se considerará una etapa piloto tanto para las modificaciones de instrumentos existentes como los instrumentos nuevos, que deberán ser evaluados y validados por los distintos actores involucrados. En primer lugar, se presentarán los instrumentos nuevos debido a que varios aspectos considerados en ellos tendrán efecto también en los instrumentos vigentes. 5.1 Propuesta de instrumentos nuevos Se plantea la incorporación de tres nuevos instrumentos, que sirvan para la mejora de la Calificación y Evaluación Académica. Estos instrumentos corresponden a una Encuesta Docente para Autoridades y Académicos, de observación directa; y unaRúbricaGeneral deEvaluaciónDocente, de observación indirecta. Por el momento, la propuesta contiene un esbozo de los propósitos y contenidos de estos instrumentos nuevos, como puede verse en las subsecciones siguientes, quedando pendiente su desarrollo, que se espera poder realizar en forma conjunta con las Comisiones Superiores y las Direcciones de Pregrado y Postgrado durante 2018. 5.1.1 Encuesta Docente (Autoridades y Académicos) Como complemento a la Encuesta de Evaluación de la Docencia (ED) que realiza el estudiantado, se propone crear dos nuevas Encuestas adicionales, una Encuesta de Evaluación de la Docencia por parte de la Autoridad y otra Encuesta Autoevaluativa, para cada académico/a que realice acciones de Docencia en cualquier carrera o programa que se imparte en la Universidad. La Encuesta de Evaluación de la Docencia por parte de la Autoridad 245 debería incorporar las siguientes dimensiones: dominio disciplinar; capacidad de liderazgo; capacidad de transmitir o compartir experiencias exitosas en docencia; participación en comisión de gestión académica relacionadas con la docencia; incentivo a la multiparticipación en cursos impartidos en otras carreras o facultades; pertinencia en relación con el proyecto docente institucional. Por otra parte, la Encuesta de Autoevaluación Docente debería realizarse con un instrumento que permita al Académico/a reflexionar sobre su propia práctica a partir de dos o tres preguntas clave. Ambas Encuestas deberían privilegiar respuestas abiertas de carácter cualitativo, para profundizar en la comprensión y análisis de la actividad docente; complementadas con elementos cuantitativos que permitan su fácil inclusión a los procesos de aseguramiento de la calidad académica. Además, podrían aplicarse a cada curso o en forma global una vez al año o por período calificatorio. Por último, debido a que se trata de un instrumento de observación directa, ambas deberían desarrollarse e implementarse desde la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. La información proporcionada por estos instrumentos se sumaría a la Encuesta de Evaluación de la Docencia por parte del estudiantado, incorporándose así a los instrumentos vigentes en ambos procesos valorativos. De esta forma, al complementar la opinión subjetiva de los y las estudiantes con las opiniones subjetivas de estos dos nuevos actores, se puede triangular la información de modo tal que la intersubjetividad nos acerque a una visión más completa sobre el desempeño docente. Cabe destacar que estas tres versiones de la Encuesta Docente se aplicarían, en un primer momento, a la Docencia Directa en cursos y actividades curriculares. En una segunda etapa, podría considerarse su extensión a otras acciones docentes, como, la Formación docente o las Mentorías, entre otras. Para la aplicación de estas encuestas será fundamental contar con la participación y el apoyo de las autoridades y comisiones locales. 245. La Autoridad que responda la Encuesta de Evaluación debe definirse en función de las particularidades propias de cada carrera y facultad, pudiendo ser el Director de Departamento, el Jefe de Carrera o Encar- gado de Área u otro cargo afín.
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