La evaluación universitaria: antecedentes, desarrollo y proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación

412 La evaluación universitaria: Antecedentes, Desarrollo y Proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación 3.2.1 Comentarios generales a) Los indicadores propuestos en este anexo no incluyen todos los indicadores de desempeño considerados como importantes en los anexos 1, 2 y 3 del PDI. Además, pese a que los indicadores de desempeño se presentan en relación con los objetivos estratégicos tampoco se consideran indicadores para algunas dimensiones que forman parte de los OE de la Universidad: indicadores de Extensión/Vinculación con el medio, Creación Artística, Innovación y Desarrollo, Formas especiales de ingreso, etc. No se incluyen los indicadores para los OE 4.1, y 4.5 (sería pertinente explicar por qué). b) Se recomienda incorporar estándares adecuados para la evaluación de las actividades desarrolladas en el ámbito de las Artes, Humanidades y Ciencias Sociales (AHCS). Generalmente estos se encuentran ausentes al medir aspectos como publicaciones, investigaciones y otras áreas que ni siquiera existen, como los indicadores que permiten evaluar el ámbito de Creación Artística. Para incluir este tipo de estándares e recomienda consultar el proyecto iHACS desarrollado por el Consejo de Evaluación, cuyo objetivo es precisamente la Construcción de pautas pertinentes a los criterios de evaluación de la manifestación de la actividad académica de investigación en las áreas de HACS, que permitan observar la producción académica en tales áreas, distinguiéndose de sistemas de evaluación propios de las ciencias exactas, naturales, biológicas y tecnológicas (Consejo de Evaluación, 2010b). c) En términos generales la información se presenta de manera muy descriptiva, sin mayores interpretaciones respecto de las tendencias y diagnósticos que es posible extraer de ella. Sería interesante poder contar con comentarios que analicen de forma detallada la información disponible (preferentemente al final de cada sección), lo que implicaría reformular y actualizar la sección 6 del PDI. Estos comentarios podrían además incluir la visión institucional sobre las acciones que debieran emprenderse para mejorar los resultados (parecido a los comentarios que aparecen en referencia al G4 184 ). Aspecto crucial si consideramos que estos indicadores buscan evaluar Objetivos Estratégicos que orientan decisiones sobre el rumbo de la Universidad, por lo que una posición institucional al respecto es de vital importancia. d) Para facilitar la comprensión de los datos incluidos en el Anexo podría presentarse la definición conceptual de los indicadores, de manera tal que el lector pueda interpretar de manera adecuada qué tan significativos son los resultados obtenidos en cada uno de ellos. e) Sería aconsejable que el anexo incluyera, a modo de apéndice o junto a cada gráfico, el índice deseable para cada uno de los indicadores en 2, 5 y 10 años vista. Dicho índice debiera ser consensuado con la comunidad universitaria, y reflejar de manera objetiva y cuantificable cada uno de los objetivos estratégicos establecidos en el texto. Estas metas han de ser flexibles, de modo que cada unidad pueda también fijar metas propias. f) Sería deseable que los gráficos (Gs) en que se representan proporciones incluyeran los tabulados que permitieron su confección, a fin de poder tener una idea exacta de los totales (N) sobre los que se construyen los porcentajes presentados. Dicha información no se incluye en todos los gráficos de porcentaje. g) En los indicadores que no contemplan series podría incluirse la información de años anteriores a fin de evaluar el progreso o regresión producida en distintas áreas. Incluso cuando el objetivo principal del indicador es comparar el estado de la Universidad respecto de otras casas de estudio, un dato de carácter sincrónico no permite discernir si esa cifra es un buen o mal resultado: puede representar tanto un incremento como una disminución de la brecha en dicho indicador. Un buen ejemplo de ello es el G26, los datos presentados no permiten concluir si la Universidad de Chile ha avanzado o retrocedido respecto de otras universidades, en cuanto a la cantidad de publicaciones ISI. 184. A fin de facilitar el proceso de lectura, se usará la abreviación G seguida del número correspondiente al referirse a cada uno de los gráficos presentados en el Anexo IV del PDI.

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