La evaluación universitaria: antecedentes, desarrollo y proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación

243 Capítulo 2. Diagnósticos y propuestas para la Universidad de Chile 5. Síntesis general Se analizaron dos cohortes -compuestas por 3759 académicos para el año 2009 y 3029 académicos para 2010- considerando solo aquellos académicos pertenecientes a las cohortes que dependen de un departamento o instituto de facultad, de acuerdo con los procedimientos ya indicados. El porcentaje de JCEs asignadas a cada escalafón tiende a mantenerse de un año a otro y no existen variaciones en el número de departamentos e institutos por unidad, lo que podría haber dificultado la comparabilidad de los datos. El análisis de las cohortes para los años 2009 y 2010 muestra un incremento tanto en la proporción de departamentos e institutos que se adecúan al nuevo Reglamento de Facultades, como en la proporción de departamentos que se adecúan a los dos requisitos extraordinarios definidos para el cálculo demasas críticas. En cuanto a los 3 requisitos mínimos establecidos por el Nuevo Reglamento de Facultades, el porcentaje de departamentos e institutos de facultad que cumplen con ellos es de 32% para el año 2009 (42 unidades) y 34% para el año 2010 (45 unidades). Adicionando a estos datos los otros dos requisitos extraordinarios, en 2009 la cantidad de departamentos e institutos de facultad que cumplían con los 5 requisitos era de aproximadamente un 21%, para 2010 esta cifra se incrementa levemente, pasando a un 22,9%. Aunconsiderandoesta tendenciaal alza, los resultadosmuestran ladificultadde losdepartamentose institutos de facultad para adaptarse a la normativa vigente a dos años de su entrada en vigencia. Igualmente, grave es esta situación si se considera la pequeña proporción de departamentos que dan signos de lograr constituir masas críticas. En efecto, al observar los resultados a un mayor nivel de desagregación encontramos que menos de la mitad de las facultades de la Universidad alcanzan por sobre el 50%en cuanto a la proporción de departamentos e institutos que se adecúan al nuevo Reglamento de Facultades para el año 2010. Sólo 3 facultades logran una adecuación de más de un 70% de sus departamentos e institutos a los 3 requisitos mínimos para el año 2010: las facultades de Artes, Ciencias y Ciencias Físicas y Matemáticas. Para el total de 5 indicadores propuestos, tan solo la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas logra la adecuación de sobre el 70% de sus departamentos e institutos de facultad. Como contrapartida, ninguno de los departamentos e institutos de las facultades de Odontología y Derecho, cumplen con los 3 o 5 requisitos. Respecto del requisito adicional de contar con al menos 20 JCEs, en 2010, tan solo un 16% de los departamentos e institutos logran adecuarse a este requerimiento, lo que pone en cuestión la capacidad para generar y consolidar masas críticas que puedan desarrollar sus disciplinas a un nivel de excelencia. Al observar las tendencias de cambio de cada unidad durante el período estudiado, se extraen conclusiones alarmantes, considerando que varias unidades semantienen o retroceden en cuando a su nivel de adecuación o que, en caso de aumentar, dicho incremento no les permite sobrepasar el 50% de sus departamentos e institutos cumpliendo con los 3 o 5 requisitos. Este diagnóstico empeora al analizar la composición de las jornadas en cada una de las categorías académicas que explican el incremento en los indicadores de adecuación. En términos generales, se acrecienta la cantidad de académicos de las categorías ordinaria y docente que se desempeñan con jornadas que no son las apropiadas. Los resultados del presente estudio imponen una voz de alerta a las distintas unidades y los departamentos e institutos que a ellas pertenecen. Es fundamental que en los próximos dos años se avance en el cumplimiento de los requisitosmínimos establecidos por reglamento y se asuma de aquí enmás la importancia que el contar con recursos humanos académicos tiene para la consolidación de las distintas disciplinas y la Universidad en su conjunto, sobre todo en cuanto al establecimiento de masas críticas que potencien la investigación, extensión y docencia con reconocimiento nacional e internacional. Es recomendable realizar nuevas investigaciones relacionadas con los requisitos que han de cumplir las distintas Unidades Académicas, en cuanto a su disposición y organización de recursos humanos académicos. Particularmente relevante es, en este sentido, el análisis comparativo de las disposiciones que otras universidades de prestigio internacional han establecido en miras a garantizar un desempeño de excelencia en sus distintas Unidades.

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