La evaluación universitaria: antecedentes, desarrollo y proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación

171 Capítulo 2. Diagnósticos y propuestas para la Universidad de Chile En primer lugar, los comentarios negativos que se recibieron, levemente menores en cantidad (45%) que los positivos, muestran en primer lugar desacuerdos con respecto a la formulación de la encuesta; en segundo lugar, expresan incomodidad ante las preguntas que fueron redactadas en términos negativos; y, en tercer lugar, están referidos a que el instrumento sería insuficiente para recoger información adecuada sobre las realidades particulares de cada una de las unidades o facultades. Estos comentarios son especialmente relevantes para el Consejo de Evaluación y para toda la institución, en especial si se pretende seguir realizando este tipo de encuestas. Ante ello, se reforzará la revisión por partedeexpertosdelosprincipalesaspectosmetodológicosmencionados negativamente en los comentarios. Adicionalmente, se considerará la posibilidad de incorporar metodologías complementarias, siempre que se cuente con el correspondiente aporte financiero y humano, como preguntas por campus u organismos, elaboradas en conjunto con los actores relevantes; modalidad complementaria de encuesta en persona; o grupos focales por campus, organismos, estamento y jerarquía/ escalafón/grado, entre otras alternativas. Estas medidas podrían ayudar a generar resultados extrapolables a toda la comunidad, o superar un eventual error de cobertura por mayor o menor accesibilidad informática de acuerdo a criterios sociodemográficos (Llauradó, 2006), falencias reconocidas ya al inicio de este estudio. En el caso de los estudiantes especialmente, se revisará la coordinación con otros tipos de encuestas, como la evaluación docente, o el uso de plataformas más extendidas, a fin de elevar la tasa de respuesta. Por último, se complejizarán los análisis mediante la diferenciación entre pregunta de conocimiento y preguntas de identificación, o la determinación de interrelaciones entre las distintas preguntas y dimensiones, con la idea de identificar aquellas de mayor carácter predictivo. La formulaciónnegativade laspreguntas seencuentrasuficientemente avalada por la literatura, como se mencionó al principio, por lo que, en caso de seguir aplicándose un solo tipo de escala en las respuestas, se seguirá usando este mecanismo. De todas formas, se revisará la posibilidad de modificar la redacción específica y la oportunidad de modificar qué preguntas son formuladas en forma negativa, para testear si esta formulación produjo un efecto de sesgo que podría haber pasado desapercibido. Finalmente, se difundirán a la comunidad los resultados obtenidos en forma completa pero sencilla (ver Anexo I) para “cerrar el círculo” (Rogelberg et al., 2006, p. 920) y contribuir además amayores tasas de participación en experiencias futuras. De manera más importante, se realizarán las gestiones pertinentes para transmitir adecuadamente a las autoridades competentes la importancia de este tipo de iniciativas, a fin de institucionalizarlas. Muy especialmente se enfatizará la necesidad de tener en cuenta las opiniones aquí vertidas para la definición de políticas de desarrollo institucional, apuntando hacia un proceso de toma de decisiones sobre la base de evidencia verificable. Codificación Total Formulación 78 Preguntas en negativo 50 Generalidad 45 Variables no consideradas 41 Aplicabilidad 32 Generación de cambios 10 Desconfianza 5 Total 261 Tabla 44. Codificaciones (N) negativas sobre la encuesta, por código Fuente: Elaboración propia.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=