La evaluación universitaria: antecedentes, desarrollo y proyecciones. 15 años de estudios técnicos del Consejo de Evaluación

15 propósito de sumar nuevas capacidades y vertientes de pensamiento a los objetivos institucionales. En compañía de dicha libertad académica, se espera un desempeño acorde con los estándares que se fijan en los planes de desarrollo institucional y que reflejen la misión de excelencia académica que la Universidad de Chile aspira a sostener. Sin embargo, y pese a que la información necesaria para que las o los académicas/ os puedan cumplir esos estándares es accesible, frecuentemente manifiestan su desconocimiento respecto a cuáles son los aspectos que deben cuidar para aprobar su calificación y progresar en la Carrera. Se suma como dificultad en muchos casos, la diversidad de criterios que operan localmente para evaluar el desempeño, sobre todo en aquellas áreas del saber que no utilizan indicadores bien definidos o uniformes. El CEv ha reconocido estas dificultades, ha conducido estudios y ha generado propuestas para subsanar los vacíos existentes. Siendo una iniciativa del Senado Universitario, el CEv participó en la instalación de un nuevo reglamento de Carrera Académica que, desde 2020, reemplaza al reglamento promulgado en 2001. Este nuevo reglamento, irá acompañado de un conjunto de rúbricas de evaluación, las cuales servirán para transparentar los criterios utilizados en la jerarquización académica. De manera importante, la Dirección Académica de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos (VAA) establecerá también un sistema de asesorías o acompañamiento a las y los académicas/os que requieran orientación en esta materia. La Comisión Superior de Evaluación Académica (CSEA) se compone de integrantes de la mayor transversalidad disciplinaria, asegurando idoneidad y justicia en sus determinaciones. A pesar de lo anterior, hay algunos aspectos que podrían ser igualmente considerados. Por ejemplo, los proyectos de desarrollo institucionales de nivel central y local, los cuales ya se ha dicho que no siempre están alineados y no siempre son conocidos por esta comisión superior. Una manera de ver esto es que las facultades e institutos podrían desear promover académicas/os con determinado perfil para cumplir con sus planes de desarrollo, planes que podrían no ser conocidos por la CSEA. Otro aspecto citado con frecuencia por aquellas y aquellos académicas/os que presentan sus antecedentes para ser evaluados y jerarquizados, se refiere a los tiempos de espera de las resoluciones que, al extenderse en algunos casos, por más de un año, desmotivan y desorientan. La CSEA, así como las comisiones de evaluación locales en cada Facultad o Instituto, tienen una misión crucial para el desarrollo académico institucional y no deben tomar resoluciones sin el debido cuidado y reflexión, y ello requiere tiempo. Pero este celo debe ser equilibrado con una tramitaciónmás eficiente de los casos, por lo que quizás las Comisiones requieren un mayor apoyo técnico o un incremento en el número de sus integrantes. En cuarto lugar, cabe considerar las falencias en los sistemas de calificación y evaluación. El Proceso de Calificación Académica de la Universidad de Chile se ha analizado, al menos, en tres estudios en los que se plantea que no existe una concordancia entre lo registrado en la Pauta de Calificación y lo que se revela como desarrollo o crecimiento de cada facultad o instituto. En estos estudios se llevaron a cabo múltiples análisis y finalmente se propone un cambio a la pauta de calificación, que establece una proporción acorde a cada Jornada con una estándar de las acciones propias de cada tarea. Esta propuesta otorga un nuevo formato que aspira a simplificar la lectura de los requisitos, tanto para las y los académicas/ os calificados, como para los calificadores. Para todas las y los académicos que deben llenar la pauta de evaluación con los datos sobre horas contratadas y tareas comprometidas no se les permite publicar la información en la plataforma de la Universidad si el cumplimiento en cada ítem no es del 100%. Por lo tanto, si un determinado académico hace menos o hace más de lo comprometido, la plataforma no lo acepta. Si bien parece algo no importante o al menos que no se le ha dado ninguna importancia hasta ahora, se trata de un asunto de mucha gravedad. Por un lado, el sistema de Calificación Académica corre el riesgo de ser engañoso ya que, en gran proporción, no corresponde a la realidad, sino que a una acomodación de la realidad para que la información pueda ser publicada en la plataforma, y las y los académicos puedan ser calificados. Por otro lado, la calificación a partir de las horas destinadas a las distintas actividades académicas además de ser arbitraria, no parece ser un método adecuado para medir la calidad ni la dedicación real de la labor universitaria. Este problema, junto a otros como la inadecuación de formularios, son causa de que no exista concordancia entre la productividad académica de cada facultad o instituto y la calificación de sus académicos/as, y de la crítica creciente del proceso de calificación por parte de estas/os. Sin perjuicio de lo señalado en la sección anterior, el CEv ha observado que los procesos de evaluación y calificación deben ser, necesariamente, perfeccionados demanera continua. Lo fundamental, a nuestro juicio, es que los criterios usados para dimensionar el desempeño académico sean conocidos por las académicas y los académicos que se someten a ser evaluadas/os lo más temprano posible en sus carreras. Tener información a priori sobre los criterios que serán aplicados para calificar sus tareas es fundamental para una

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