Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

Paradigmas biopolíticos en la producción de música contemporánea / Jorge Martínez – 73 Es evidente cómo el manejo del computador ha acortado nuestra paciencia con las microtemporalidades: hace menos de diez años, un tiempo de espera de diez segundos, por ejemplo en escritura mecánica (en máquina dactilográfica o en com- putadores antiguos), era completamente normal y aceptable. En la actualidad, estos tiempos se han acortado y nuestra paciencia también; ya no sabemos esperar, y hay quien aprovecha para jugar un muy breve solitario en dicho lapso de tiempo. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando debemos esperar ciertos odiosos tiempos técnicos de nuestro computador al escribir este artículo… la impaciencia nos hace “ocupar” ese tiempo. En muchas obras electroacústicas, el factor tiempo es determinado en forma lineal, obedeciendo a algoritmos “objetivos” y no a datos perceptivos o cíclicos- musicales tradicionales. De esa forma, la dimensión temporal abandona su deter- minación “humana” para proponer una temporalidad objetiva, híper-real, la cual desconoce los datos de la percepción tradicional, acústica, de la música. Producto originalmente de la combinatoria serial, este “tiempo objetivo”, medido en segundos y microsegundos, diseña atómicamente la narración sintética y artificial de la músi- ca electroacústica y, donde lo hubiera, el intérprete humano debe someterse a esta temporalidad para poder tocar “de concierto” con una cinta o con una elaboración en tiempo real de sonidos sintéticos. Obviamente lo mismo sucede con el auditor, quien debe condicionar sus humanos tiempos de audición cíclicos a la rígida y obje- tiva temporalidad artificial. En forma inversa, la base de la jerarquización tradicional musical de los tiempos es la recurrencia de proporcionalidades cíclicas, medidas des- de el interior de la narración y como fases de una pulsación humana. El límite de las humanas posibilidades de percepción y ejecución mecánica ha llevado, por ejemplo, a compositores como Gustavo Becerra a proponer obras para concierto en versión midi computarizada, pudiendo todos presenciar a un computador “ejecutar”, en la forma ritualizada del concierto decimonónico, un estreno de este músico para seis pianos “virtuales” 14 , imposibles de tocar para ejecutores humanos. Allí el auditor es incorporado a este mecanismo biopolítico del concierto “virtual”, en la patética y ab- yecta contemplación ritual de un intérprete inorgánico y de la exposición, mediante Datashow, de la partitura escrita en notación tradicional. El paradigma biopolítico en la relación cuerpo-música en la experiencia elec- troacústica Tres son las grandes formas en que se manifiesta esta música, entre las cuales está la acusmática, con intérpretes en vivo, con cinta o con manipulación en “tiempo real” del sonido de intérpretes en vivo. La música acusmática, bautizada así por Pie- 14 Gustavo Becerra, “Concierto Para Cuatro Pianos Sampleados,” en Gustavo Becerra Schmidt: Obras Electroacústicas (Santiago: Pueblo Nuevo, U Arcis y LAIM, 2010), disco compacto.

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