Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]
La ambigüedad del arte / Marie-Claude Lambotte – 27 La ambigüedad del arte Entre la estética narrativa y la invención de la forma 1 Marie-Claude Lambotte La pregunta freudiana sobre el malestar en la cultura es conocida; proviene de lo que Freud 2 denuncia como las consecuencias de las necesarias renuncias pulsionales infringidas al hombre “socializado”. Se podría decir que Lacan 3 desplaza este análisis a partir de dos ejes: uno, relativo al goce , concierne al “resto inasimilable” del proceso de socialización y, en nuestros intercambios económicos, se manifiesta bajo la forma de un plus-de-goce (en analogía con la plusvalía de Marx); el otro se refiere a el omni- potente mandato superyoico que lleva a este mismo goce hasta el estatuto de impe- rativo categórico mortífero. El primer eje, a través de esta noción de plus-de-goce que aparece como el destino del goce prohibido, se inscribe en la repartición capitalista de las tareas, atribuyendo sólo a algunos la posibilidad de plus-de-gozar . El segundo, por el cual entra en escena lo que se podría reconocer como la servidumbre volunta- ria o, dicho de otro modo, la remisión al goce del Otro (el Gran Otro omnipotente, sea cual sea su forma), se inscribe en las relaciones de poder, acompañadas de sus múltiples figuras de recuperación. Desde estos dos puntos de vista, la cuestión del malestar expresado por el socius , entendido como el “individuo social”, exige nuevamente situar en la actualidad las figuras concretas bajo las cuales actúan estos procesos; y, al menos en Europa, aun- que tal vez más particularmente en Francia, son los artistas, más que los filósofos, quienes dan cuenta y denuncian sus efectos (como, por ejemplo, Adel Abdessemed o bien el videasta belga Koen Theys) 4 . Si nuestra época, llamada posmoderna, la cual señala el fin de los grandes relatos y de las obras de arte, se ha apropiado de la “estética de la negatividad” de Adorno para juzgar producciones artísticas donde se invalidan los criterios estéticos adoptados hasta ahora – producciones, por cierto, ya recuperadas por las instancias de evaluación oficiales a través de categorizaciones del tipo “artes del resto” o “artes del desecho”–, de lo se trata es, entonces, de nuevamen- 1 Traducido del francés por Roberto Aceituno 2 Cf. Sigmund Freud, “El malestar en la cultura,” en Obras Completas de Sigmund Freud , vol. 21 (1930[1929]; Buenos Aires: Amorrortu, 1992), 57-140. 3 Cf. Jacques Lacan, Le séminaire, livre XI. Les quatre concepts fondamentaux de la psychanalyse, 1964 (Paris: Le Seuil, 1973). 4 Adel Abdessemed, artista plástico francés de origen algeriano, que pone en escena la locura del poder en el hombre y la hipocresía política. Cf. Adel Abdessemed, Je Suis Innocent (Paris: Editions du Centre Georges Pompidou, 2012); Koen Theys, videasta belga, esencialmente implicado por el conflicto entre el arte, los medios de masa y la recuperación del arte por el poder. Cf. Koen Theys, Home-made Victories . (Gent: MER. Paper Kunsthalle & S.M.A.K., 2013).
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