Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]
Maldecir el padre… mal decir lalengua. / Esteban Radiszcz – 213 estatus y reconocimiento: primera lección instalada en la escuela, para fijarte como cuerpo autorizado, educado” 3 . Consistentemente, Mauricio Barría destaca que la obra expone la articulación significante “padre-cuerpo-educación” para “mostrar el vínculo filial como metá- fora operante del disciplinamiento que ejercen los procesos educacionales sobre el cuerpo” 4 . En el fondo, indica, la performance de Rabanal exhibiría “la fragilidad sobre la que se sustenta el poder filio-patriarcal”, de suerte que “[l]as identidades y roles auto-afirmativos sucumben ante la imposición concreta de la norma sobre el cuerpo, la norma reforma y deforma el cuerpo”, el cual se transforma “en soporte de la huella de la fragilidad de la propia ley, la que, apenas un momento antes, intentaba a través de la violencia formadora someter al primero” 5 . Del mismo modo, Sergio Rojas subraya la violencia implicada en la iniciación a la letra y la resistencia del individuo a ella, destacando la condición política del aprendizaje que hace ingresar a un mundo mediante el abandono de otro mundo. Igualmente, agrega, la obra implica una desconstrucción del poder, por cuanto éste no se resume a “un mecanismo de represión y negación, sino que es, en una misma espiral, fuente de identidad, sistema de control, procesos de enseñanza, administra- ción estética de su propia aparición, producción de subjetividad e identidad, y es proveedor también de los elementos críticos que harán posible en un momento su relevo hacia otras formas todavía indeterminadas de sujeción” 6 . Ciertamente, estas indicaciones representan aristas sugerentes y relevantes que parecen vincular la performance de Rabanal con el agudamente crítico lienzo de Goya, La letra con sangre entra 7 . Asimismo, ellas guardan una estrecha relación con la ma- nera en que el propio artista entiende tanto el trabajo de la performance como el lugar radicalmente político que le cabe al cuerpo en ella. No obstante, quisieramos abordar la obra a partir de un ángulo algo diferente que, aunque enmodo alguno contradicto- rio con las perspectivas mencionadas, se propone aproximar la pieza en función de su pivote central, a saber, la cuestión del padre. Aunque no tanto el padre comometáfora del poder, sino más bien el padre en tanto anclaje concreto del ejercicio de la ley. 3 Gonzalo Rabanal, “Conversación con Gonzalo Rabanal” (entrevista realizada por M. García y J. Zoro), Intersecciones. Revista de ensayos , nº 1 (2008): 96. 4 Mauricio Barría, “¿Qué relata la performance ? Límites y tensiones entre cuerpo, video, performance ,” en M. Barría y F. Sanfuentes (eds.), La intensidad del acontecimiento. Escrituras y relatos en torno a la performance en Chile (Santiago: Ediciones Departamento de Artes Visuales Facultad de Artes Uni- versidad de Chile, 2011), 25. 5 Ibíd., 26. 6 Sergio Rojas, “‘Carta al padre’: la autoridad del autodidacta,” en Las obras y sus relatos (Santiago: Univ. ARCIS, 2004), 99-100. 7 Francisco Goya, La letra con sangre entra , 1780-1785. Oleo sobre tela, 19,7cm x 38,7cm. Museo de Zaragoza, Zaragoza, España.
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