Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

202 – malestar y destinos del malestar Artes del descontento versión godardiana del salto al vacío . Este epílogo mítico es, por cierto, un homenaje a Klein, el cual había muerto dos años antes (el rodaje del film es de 1964). Belmondo se pinta la cara de azul. Es su última metamorfosis: el hombre-camaleón se transfor- ma en hombre-pincel. He aquí el miembro de una internacional revolucionaria con vocación cromática: aquella del azul Klein (ikb). Y, a su alrededor, el mundo deviene azul como una naranja, había dicho Eluard. No es muy difícil: estamos al borde del Mediterraneo. Aunque aquel azul es una azul que mata: el azul del cielo versión Batai- lle. Pues el héroe se destruye ante nuestros ojos de manera… explosiva. Pierrot/Klein/ Godard se autodestruye en un gran estallido de risa que, sin duda, es el episodio más iconoclasta del cine francés: salta al vacío con la dinamita o, más bien, la nitramita , escribe Godard, aquel explosivo que no existe y, por ello, evidentemente sólo se tra- ta de una metáfora. Pero, ¡qué metáfora! Entre Bataille y Rimbaud, entre Debord y Klein, entre Godard y Pierrot. Aquella muerte es una fábula, una performance, una pantomima – lo contrario del espectáculo: una explosión del vacío, a la manera de Klein, gran pirómano que, a falta de cuerpos, quema sus telas en sus pinturas-fuego . “Pues aquel que salta al vacío, remarca Godard, no tiene más cuentas que dar a aque- llos que lo miran” 16 . Los espectros del capital ¿Autoretrato? Godard antes de Godard es ya él mismo: un profeta del hiatus , quien sólo sueña, dice Deleuze, con romper los planos y vaciar los espacios 17 . Un gran film, comenta Godard, es un film al revés : un film en negativo . Cuando Pierrot el loco se encuentra donde los grandes burgueses, la publicidad remplaza la conversación. Esa gente no tiene nada que decir: nada más que slogans publicitarios. Los hombres acla- man los autos de lujo (Alfa Romeo, Odlsmobile) y las mujeres alaban los productos de belleza (laca y desodorante). “El espectáculo –escribe Debord – es el momento en que la mercancía llegó a la ocupación total de la vida social” 18 . Nosotros estamos en ello. Godard no leyó el aforismo 42 de la Sociedad del espectáculo . Su film se estrena en 1965, dos años antes del libro. Pero, él muestra como nadie el fetichismo de la mercancía: el marketing del espectáculo. Los personajes son autómatas: hombres o mujeres- sandwich que se reifican frente a nuestros ojos, recitando sus pequeños anun- cios con un tono tan frio como la muerte. Son robots del capital. Godard los fosiliza en un claro-oscuro de laboratorio, el cual es tan rojo como azul: luz espectral del negativo fotográfico. Aquellas falsas criaturas son verdaderos espectros , en el sentido Laurentis Cinematografica. Francia, 1965, 110min., color. Film. 16 Jean-Luc Godard, “Saut dans le vide”, Cahiers du Cinéma , n°83 (1958). Reimpreso en A. Bergala (ed.), Godard par Godard . Les années Cahiers (1950 à 1959) (1989; Paris: Flammarion, 2007), 133. 17 Deleuze, L’image-temps, 239-245. 18 Debord, La société du spectacle , 778.

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