Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]
198 – malestar y destinos del malestar Artes del descontento Torturar y destruir Malestar en el cuerpo occidental 1 Règis Michel Es un hecho desconocido: hoy en día, el arte más vivo (o el menos muerto), aquel que aún escapa –aunque ¿por cuanto tiempo más? – a la dictadura caníbal del mercado, es el teatro. Subsiste en el Este de Europa, donde sin embargo asola el ultraliberalis- mo más salvaje (en Polonia, en Lituania, incluso en Alemania), un teatro subversivo, radical y profundo que, entre otros, se inscribe en la gran tradición del arte corporal característico de los años ’60. ¿Arte corporal? Sería mejor decir anti -corporal. Pues ese teatro del cuerpo es, como lo asegura Kantor, un teatro de la muerte2 . Peor aún: un jardín de suplicios. No se trata, como frecuentemente se lo cree con ingenuidad, de exaltar el cuerpo. Por el contrario, se trata de destruirlo : de destruir el desgastado cuerpo del viejo Occidente, el cuerpo parlante del sujeto clásico ( logos y falogos ), el cuerpo macho, incluso… animacho3 de la razón abstracta, el cuerpo sacrificial de la herencia cristiana. No hablaremos aquí de un simple malestar , aún si el malestar jamás es simple. Hablaremos más bien de rabia, de furor y de encarnizamiento. Por ello esta pregun- ta manifiesta: ¿porqué tanto odio? Nos proponemos entonces meditar en imágenes –fórmula tautológica, si le creemos a Deuleuze – sobre algunos momentos claves de este proceso deletéreo: el cuerpo desocupado de la sociedad del espectáculo (la máquina soltera del capitalismo edípico) 4 , el cuerpo sangriento del accionismo vie- nés (el cuerpo sin órganos ), el cuerpo suicidado del teatro de la catástrofe (el cuerpo esquizo-analítico ) y el cuerpo póstumo, cuando no post-humano, de la era digital (el cuerpo de la imagen e, incluso como dice Deleuze, de la nueva imagen que, hoy por hoy, nada tiene de nuevo) 5 . 1 Traducido del francés por Esteban Radiszcz. 2 Tadeusz Kantor, “Le théâtre de la mort,” en D. Bablet (ed.), Tadeusz Kantor , vol. 1 (1977; Paris: Editions du CNRS, 1990), 48-49. 3 [Nota del traductor] Así como, precedentemente, se utiliza el neologismo falogos compuesto por la reunión de falo y logos , animacho constituye una palabra maleta en la cual participan los términos animal y macho, valiéndose de la homofonía en francés del segundo ( mâle ) con la última sílaba del primero ( animal ). 4 Gilles Deleuze y Félix Guattari, L’Anti-Œdipe. Capitalisme et schizophrénie 1 (1972-73; Paris: Les Editions de Minuit, 1995), 25-26. 5 Gilles Deleuze, L’image-temps. Cinéma 2 (Paris: Les Éditions du Minuit, 1985), 345-350.
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