Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

Locura y malestar / Andrea Kottow – 193 teria que Freud intentaba delimitar: se trata de un relato instado por la voz autoriza- da de un médico; la narración expone interrupciones, vacíos, misterios no resueltos y secretos, oscuridades que no se iluminan a través de la escritura, así como impreci- siones y vaguedades con relación a aseveraciones y datos. Para Freud, la incapacidad del enfermo de generar una representación ordenada y estructurada de la historia vital, cuando esta se muestra coincidente con la historia patológica, es una carac- terística típica de la neurosis. El tratamiento de la histeria consiste precisamente en impulsar a la enferma a contar su historia, para ir eliminando los vacíos y huecos que el relato muestra en primera instancia, sustituyéndose de este modo los síntomas por recuerdos conscientes. El fin, como finalidad y final de la terapia, es la narración coherente de la historia patológica, que así se ve posibilitada a convertirse en historia de vida. Señala Freud: Gegen Ende der Behandlung erst kann man eine in sich konsequente, verständliche und lückenlose Krankheitsgeschichte überblicken.Wenn das praktische Ziel der Behan- dlung dahingeht, allemöglichen Symptome aufzuheben und durch bewusste Gedanken zu ersetzen, so kann man als ein anderes, theoretisches Ziel die Aufgabe aufstellen, alle Gedächtnisschäden des Kranken zu heilen. Die beiden Ziele fallen zusammen; wenn das eine erreicht ist, ist auch das andere gewonnen; der nämlich Weg führt zu beiden 15 . La cita es del comúnmente llamado “Caso Dora”, publicado como Fragmento de análisis de un caso de histeria en 1905, que debe su título a la interrupción del caso que Freud llevara por algunos meses, antes de que Dora abandonara la terapia. No deja de ser sorprendente y decidor a la vez, que el caso más emblemático de histeria tratado por Freud sea precisamente uno que no llega a feliz término. En el epílogo que cierra este texto, su autor justifica la publicación de un caso inconcluso, adu- ciendo una serie de argumentos. Uno de ellos se refiere a la particular dificultad de aunar en un escrito el relato de los aspectos técnicos de un análisis, por un lado, y la descripción de la estructura interna de un caso de histeria, por el otro. Parte de la téc- nica de un análisis lo constituyen ejemplos, condiciones psicológicas, la narración de sueños, etc., que obligan a hacerse cargo del estudio de los fenómenos particulares, mientras que el aspecto estructural propondría un movimiento hacia los elementos composicionales del caso de la histeria. 15 Sigmund Freud, “Bruchstück einer Hystery-Analyse,” en Studienausgabe. Band VI: Hysterie und Angst (Frankfurt am Main: Fischer Verlag, 2000), 97: “Sólo hacia el final del tratamiento se puede abar- car el panorama de un historial clínico congruente, comprensible y sin lagunas. Si la meta práctica del tratamiento consiste en cancelar todos los síntomas posibles y sustituirlos por un pensamiento conciente, puede plantearse como otra meta, teórica, la tarea de salvar todos los deterioros de la me- moria del enfermo. Las dos metas convergen; cuando se alcanza una, también se logra la otra; es un mismo camino el que lleva a ambas”. Sigmund Freud, “Fragmento de análisis de un caso de histeria,” en Obras completas de Sigmund Freud , vol. 7 (1905[1901]; Buenos Aires: Amorrortu, 2008), 17-18.

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