Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

La tragedia moderna entre realidad, arte y ficción / Geneviève Morel – 167 Macbeth de Mensk , a cuyo estreno asistió el propio Stalin, Dmitri Shostakóvich fue, desde 1936, sospechoso de “hermetismo” y de “formalismo pequeño burgués”, no volviendo a obtener el beneplácito oficial hasta en 1941, luego de haberse retractado y de haber mantenido un bajo perfil. La instalación de Kentridge, subtitulada “Sacar las lecciones de lo absurdo”, tie- ne la ambición de abrazar el destino de la vanguardia rusa, tanto en sus aspectos artísticos como políticos. Dispuesta en 360o y compuesta por pequeños films en simultaneo, la obra contenía la proyección sobre un muro de extractos de los pro- pósitos sostenidos por Nicolaï Bujarin en diferentes Plenarios del Comité Central del Partido Comunista durante los años ’30, así como fragmentos de su última carta a Stalin, todos los cuales desfilaban en la pared al modo de una música y mezclán- dose con el audio de fuertes y sarcásticas carcajadas. Kentridge encontró el título de su instalación en la transcripción del proceso de 1937, donde el dicho campesino –literalmente, “No soy yo, el caballo no es mío” – había sido usado por uno de los acusadores de Bujarin para señalar la posición de negación del acusado 7 . Por cierto, pudiese parecer chocante que un artista “recupere” archivos de tal peso histórico y los mezcle con elementos de ficción literaria o artística para componer una instala- ción. ¿Cómo se puede osar elevar a la dimensión del arte una tragedia tan real como los sangrientos procesos de Moscú? Sin embargo, quisiéramos mostrar que esta ins- talación proviene de una sutil lectura de la tragedia histórica contemporánea, la cual toma en cuenta la estructura del lenguaje y la dimensión de lo inconsciente. La instalación Antes de volver a Bujarin, quien fue el verdadero punto de partida de la reflexión del artista, incluso antes de interesarse en la ópera de Shostakóvich, comencemos por una breve descripción del conjunto de la instalación compuesta por ocho films proyectados al mismo tiempo en una sala con bandas de sonido diferentes, entre los cuales se contaban temas musicales extraídos de la ópera La nariz 8 . Con un guiño a la frase célebre de Freud, “His Majesty the Baby”, el primer film lleva por título His Majesty Comrade the Nose y establece un vínculo entre La nariz 7 Esta frase fue pronunciada por Kaganovich el 25 de febrero de 1937 en el Pleno del PCUS en Moscú, para comentar el proceso en curso contra Bujarin y Rýkov. Él les acusaba de negación y de declaracio- nes torcidas a doble faz, de pedir que se les crea en lugar de decir que son culpables y reconocer los hechos de los que se les acusaba, lo cual sería la única manera de mostrar su buena voluntad hacia el partido. Cf. J. Arch Getty y Oleg V. Naumov, The Road to Terror. Stalin and the Self Destruction of the Bolshevics 1932-1939 (New Haven, CT: Yale University Press), 389 (nota 29). 8 “De cierta manera, estos extractos constituyen el punto de partida de todo el proyecto, incluso antes de que me interesara en Gogol o Shostakóvich. Yo los descubrí mientras exploraba los contextos de la tragedia y de la comedia”. William Kentridge, “Un artiste protéiforme. Entretien avec William Kentridge” (entrevista por Denise Wendel-Poray), Alternatives théâtrales , nº 113-114 (2012): 60.

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