Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

Lo que se escinde, lo que nos habla / Pablo Cabrera – 125 Una joven lugareña nos atiende. Mientras comemos sigo pensando en el memorial y en aquellas preguntas. Me dirijo a la joven. – Hola, ¿te puedo hacer una pregunta? Vinimos desde muy lejos a Neltume. Quería conocer este pueblo y ese memorial. ¿Tú sabes por qué hay tantos nombres en la placa? No entiende de lo que hablo. – ¿Cómo? – me dice. – El memorial. El qué está ahí, en la esquina. Esa figura humana. – ¿Cual? – me pregunta sorprendida. – Al frente hay un memorial. ¡No sabes que ahí hay un memorial! – No sé qué es eso, ni por qué está ahí – sonríe algo desconcertada. A veces nos juntamos con amigos en ese lugar, pero nunca supimos lo que era –agrega. Su desconocimiento me desconcierta. Al principio, me molesta. Sin embargo, luego capto algo respecto a lo insuficiente que es el saber para admitir y comprender un hecho así. Son marcas silentes y sin testigos. – ¿No sabes qué es eso? Es un memorial. Los nombres de las personas que están en esas placas indican que fueron brutalmente asesinadas en la dictadura militar. Son personas que eran de acá, quizás de tu edad o de la mía. ¿Sabes algo de esto, de la dictadura? – No. – Entiendo. ¿Sabes quién me podría contar algo de este memorial? ¿Conoces a otra persona que pudiera hablar conmigo? – Quizás la dueña de aquí... Ella vive hace mucho tiempo en Neltume. – ¿Dónde la puedo encontrar? – Aquí. Es la cocinera. – ¿Le puedes preguntar si puede venir un momento y conversar conmigo? Miro mi plato mientras espero. La joven vuelve a los pocos minutos. – No puede. Dice que está muy ocupada… No puede hablar. – Disculpa, ¿le puedes decir que necesito saber algo del memorial? Será muy bre- ve. Vengo de muy lejos a conocerlo y le estaría muy agradecido si me ayudase. – (Va y vuelve). Me dijo que no podía venir. Me dijo que le dijera “…a esas perso- nas las mataron y no hicieron nada malo”. La joven convive con ese rastro. La mujer mayor sabe que no puede hablar con al- guien que viene de afuera ni con las nuevas generaciones: fractura de memoria. Si- lencio y temor se traspasan entre las generaciones, mientras el objeto – el Memorial

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